Actualmente, debido a la facilidad con la que podemos relacionarnos con otras personas en apps de citas, somos capaces de conocer diferentes culturas, ideologías, e incluso filosofías de vida. Esto puede llenar nuestros vínculos de emoción y un toque de aventura; sin embargo, el desafío de hoy parece ser lograr mantener y reforzar estos vínculos.

Y es que a todos nos da un cierto grado de ilusión cuando a nuestro celular entra la notificación de que hemos hecho match con alguna persona interesante o que parece compatible con nuestros gustos en muchos sentidos.

No obstante, dicha ilusión puede apagarse repentinamente, o en etapas tempranas de la relación, si no existe una conversación estimulante o si no hay el mismo interés de parte de ambos para mantener la situación a flote.

Además, es común que, llegados a un punto, nos cansemos de realizar las mismas preguntas, deseemos empezar de forma diferente la conversación o incluso que queramos mejorar nuestras preguntas para que se salgan del molde convencional y aburrido de “¿cómo estás hoy?”, a fin de conocer poco a poco a esa persona de una forma divertida e interesante.

Recuerda que “verbo mata carita”, por lo que si te interesa mejorar tu juego en el área de la comunicación en las apps de citas (un aspecto importantísimo), o en redes sociales más íntimas como JOYclub, entonces ¡sigue leyendo!

Identifica a las personas abiertas a conversar

Suele pasar, en las apps de citas y en la vida real, que aunque alguien nos agrade o en este caso hayamos hecho match, sea un mal momento para iniciar una conversación, ya que tal vez la persona en cuestión está muy ocupada o pasó por una situación que le ha dejado de mal humor.

No somos psíquicos, pero esto suele ser fácilmente identificable debido a respuestas cortas o vacilantes que podrían indicarnos que no es un buen momento para conversar.

De ser así, lo mejor es respetarlo y buscar a alguien que se encuentre más receptivo o receptiva, es decir, que tenga el tiempo y la disposición para hablar. ¿Cómo averiguarlo? Puedes preguntar respetuosa y directamente si está disponible, o simplemente notar las señales.

Como tip extra, no te des por vencido o por vencida con una persona solo porque tuvo un mal día, dale otra oportunidad para iniciar una conversación, tal vez te sorprendas.

Lee atentamente y muéstrate genuinamente interesado

Aunque es verdad que el caos cotidiano nos tiene acostumbrados al multitasking, cuando converses con alguien en quien tengas interés, lo mejor es centrar tu atención en esa persona; velo como una manera de practicar para cuando pasen a tener un encuentro real.

Muestra interés haciendo preguntas sobre las situaciones que compartan contigo. Por ejemplo, si te comparten que fue un día increíble en el trabajo, pregunta las razones, qué pasó, cómo fue esa persona recompensada, cómo se sintió, qué le dijeron sus compañeros, etcétera. La empatía será tu mejor amiga, y puede ser una gran aliada para construir vínculos de todo tipo.

Utiliza las cosas que tienen en común a tu favor

Nos agrada cuando conocemos a alguien que tiene los mismos gustos que nosotros, y esto puede romper el hielo fácilmente. Presta atención durante la conversación para identificar aspectos que tengan en común.

Por ejemplo, si menciona que le gusta salir a caminar y a ti también, menciónalo y hablen sobre ello. Puedes preguntar sobre las horas en las que le gusta hacerlo, cuánto tiempo lleva haciéndolo, qué beneficios ha notado en su salud, etcétera.

Lo mejor de todo es que incluso pueden utilizar esta información para planear citas que resulten atractivas para ambos.

Hazle cumplidos (auténticos)

Si te nace halagar su forma de pensar, de resolver conflictos o lo buena o bueno que es para su trabajo. Lo importante es que de verdad lo sientas y que broten de forma natural.

También, modera la cantidad de cumplidos porque el pasarse con ellos puede volver la conversación un poco incómoda, sobre todo en las etapas iniciales de la relación o cuando apenas comienzan a conocerse.

Si no te sale un cumplido de forma espontánea y tienes que pensar y pensar para dar con una idea, entonces lo mejor es no hacerlo porque sonará forzado, y estas cosas son fáciles de identificar.

Comparte información sobre ti pero sé receptivo

Aunque tengamos la vida más interesante del mundo, a nadie le gusta conversar con una persona solo centrada en sí misma, en sus logros y en su vida, por lo que, como en todo, en tus conversaciones debe reinar el equilibrio.

Cuando sea tu oportunidad de escribir, ábrete (si sientes confianza) y atrévete de vez en cuando a decir cosas que te pongan en una situación vulnerable, esto —aunque difícil al principio— reforzará la empatía y la conexión entre ambos a otro nivel.

Por su parte, cuando sea el turno de ser receptivo o receptiva, entonces muestra también esa empatía y escucha activa, o en este caso lectura activa.

No te quedes sin temas

La buena noticia es que tienes a tu disposición varias herramientas en Internet que te ayudarán a no quedarte sin tema. Bastará con que realices una pequeña investigación para que te inspires con preguntas un tanto picantes, de espiritualidad o que en general sirvan para romper el hielo y conocerse mejor.

Pero a nadie le cae mal un poco de ayuda, así que no te preocupes, te dejamos diez preguntas que podrás hacer para alimentar la conversación:

  • ¿qué país deseas visitar a toda costa?,
  • ¿a qué le tienes miedo?,
  • ¿cuáles son tus flores favoritas?,
  • ¿team gato o team perro?,
  • ¿tienes mascotas?,
  • ¿si pudieras trabajar de lo que sea y no importara el dinero, qué serías?,
  • ¿cuál es tu autor favorito de arte o libros y por qué?,
  • ¿cuáles son tus pasatiempos?,
  • ¿cuál es tu película favorita?, y
  • ¿cómo sería tu cita ideal?

Un paso a la vez

Cuando la conversación esté por finalizar, puedes mencionar que fue muy agradable platicar y que te gustaría que se repitiera. Así, sellarás con broche de oro y la otra persona sentirá que su tiempo fue apreciado.

Pero, sobre todo, recuerda no forzar las cosas y dejar que todo fluya naturalmente; con uno o dos empujoncitos de tu parte seguro que todo sale bien. ¡Suerte!