Tarimoro, Gto.– La parroquia de San Miguel Arcángel se convirtió este jueves en el epicentro del dolor y la fe en Tarimoro, donde familiares, amigos y vecinos despidieron a Juana Esmeralda y Miguel Ángel, dos jóvenes cuya desaparición conmocionó al municipio y cuyo hallazgo sin vida dejó una profunda herida en la comunidad.

Tras ser entregados a sus familias por autoridades estatales, luego de practicarse las autopsias correspondientes, los cuerpos fueron velados y posteriormente sepultados. Una multitud se congregó para acompañar a sus seres queridos en este momento devastador.

El cortejo fúnebre recorrió las principales calles de la cabecera municipal, seguido por decenas de personas que portaban flores y veladoras, en un acto de duelo y memoria. El silencio del trayecto solo se rompía por los rezos y el repique de las campanas de la parroquia.

Durante la ceremonia, entre oraciones y cantos religiosos, el dolor era palpable. Las lágrimas fluían junto a los abrazos solidarios, mientras persistía entre los asistentes una sensación de incredulidad por la tragedia.

Aunque aún no hay respuestas claras sobre lo ocurrido, los familiares encontraron un leve consuelo al poder despedir a Juana y Miguel Ángel con dignidad. La comunidad, unida en el luto, reiteró su exigencia de justicia y su esperanza de que se esclarezcan los hechos para evitar que tragedias como esta se repitan.

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