Celaya, Guanajuato.- Hace exactamente trece meses, Mauro Alberto Guerrero, entonces de 18 años, fue asesinado mientras trabajaba en una carnicería de la colonia Los Pinos, en Celaya. Este lunes, su tía, la señora Rosalía Torres, asistió a la misa solemne en honor a la Virgen Purísima Concepción para pedir por el descanso de su sobrino y por la conversión de quienes delinquen, asesinan y provocan dolor a otras personas.

La señora Rosalía, con la Oración por la paz en mano, relató que ella, su familia y decenas de personas en Celaya sufren porque han perdido a algún ser querido o han sido víctimas de la violencia. Por ello, miles de celayenses se encomiendan a la Purísima Concepción y la visitan cada 8 de diciembre, fecha de su magno festejo.

La señora Rosalía sostiene la “Oración por la paz” durante la ceremonia religiosa. Foto: Luz Zárate

“Les pido que oren por todos los que fallecen de esa manera, porque nadie es dueño de la vida de nadie, solo Dios. Vengo a pedirle a la Virgen porque hace trece meses asesinaron a un sobrino mío. Él solo estaba trabajando, tenía 18 años, estudiaba y trabajaba; en la tarde hacía gimnasia e iba al box, y hasta ahora no sabemos por qué pasó eso tan feo. Es un dolor muy grande para su madre, su hermanito de diez años y toda la familia”, compartió.

La misa fue celebrada por el obispo Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, quien en su sermón también pidió por la paz de Celaya y de todo el país. Al finalizar la ceremonia, cientos de personas se unieron y, a una sola voz, rezaron la Oración por la paz.

“Vengo a pedir por nuestros niños y jóvenes, y sobre todo vengo a pedirle a la Virgen que convierta a esas personas que provocan sufrimiento y muerte. Ellos no saben qué sufrimiento nos dejan; parece que nos clavan una espada. Ellos dejaron un dolor muy grande y no sabemos por qué, quién o cómo”, expresó.

La señora Rosalía participa en la misa solemne dedicada a la Purísima Concepción. Foto: Luz Zárate

Rosalía y cientos de celayenses acudieron este lunes a visitar a la Patrona de Celaya, la Purísima Concepción. Participaron en la Santa Misa celebrada por el obispo y en el resto de homilías realizadas durante el día.

En su mensaje, el obispo pidió a las personas que reflexionen sobre las bendiciones que tienen, que vivan su fe católica, que confíen en Dios y en la presencia de la Virgen, y que procuren vivir con rectitud y alegría incluso en medio de las adversidades.

“Habrá tiempos difíciles en nuestra Iglesia, pero no habrá ausencia de madre”, dijo en referencia a la Virgen Purísima Concepción.

El obispo Víctor Alejandro Aguilar Ledesma pidió a la Virgen que siga acompañando al pueblo celayense, lo mantenga fuerte en la lucha contra el mal e interceda en este momento difícil de violencia que vive la ciudad. También hizo un llamado a quienes causan dolor y sufrimiento para que reorienten su vida.

La señora Rosalía pide consuelo espiritual ante la violencia que afecta a su familia. Foto: Luz Zárate

Así como Rosalía, cientos de celayenses acudieron a encomendarse a la Purísima Concepción. Muchos pidieron mayor seguridad en Celaya y que vuelva a ser una ciudad de paz; otros solicitaron salud, bienestar, felicidad, mejora económica, estabilidad laboral y ayuda para sus necesidades personales.

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