León, Guanajuato.- “Siempre te vamos a amar, Mateo” y “Vuela alto, mi niño” fueron los gritos con los que sus familiares y ciudadanos de León recibieron el cuerpo de Mateo a su llegada al templo de la Catedral Basílica Metropolitana de León, de la Virgen de la Luz.

No quedó duda de que Mateo Santiago unió a toda una ciudad. Muestra de ello fue que, a las afueras del templo, también lo recibieron personas que participaron en su búsqueda, así como otras que se unieron al dolor de su familia.

 

 

 
No quedó duda de que Mateo Santiago unió a toda una ciudad. Foto: Fabricio Moreno

Con vestimenta blanca, globos blancos y cuadros con fotos del pequeño, los asistentes mostraron su cariño a Mateo.

La carroza llegó al templo a las 12 de la tarde. Los gritos de apoyo y el llanto se hicieron presentes cuando el personal de la funeraria sacó el ataúd en el que descansaba el menor. A esto le siguieron los aplausos de cientos de personas que lo esperaban dentro del templo y lo acompañaron hasta el altar.

Su ataúd estuvo cubierto con una manta blanca y decorado con fotos del niño y una rosa blanca. Mateo estuvo custodiado por sus familiares durante la ceremonia religiosa.

 
Su ataúd estuvo cubierto con una manta blanca y decorado con fotos del niño y una rosa blanca. Foto: Fabricio Moreno

El padre Pedro Ramírez fue el encargado de oficiar la misa y comentó que la muerte de Mateo nos anuncia, a su manera, una vida nueva.

“Esto que le pasó a Mateo nos compete a todos, porque todos somos hijos de Dios y nadie puede quitarle la vida a nadie, solo Dios, que nos ha creado. Ante la muerte, por más injusta e incomprensible que sea, no podemos explicar por qué muere un inocente, y sobre todo, un niño que apenas estaba comenzando su vida. No hay explicación alguna para entender lo que pasó”, expresó.

El sacerdote hizo un llamado a alzar la voz para exigir justicia y recordar que aún hay muchas personas desaparecidas.

Tras una hora de ceremonia, al finalizar, los aplausos hicieron eco en el recinto.

 

 

 
El sacerdote hizo un llamado a alzar la voz para exigir justicia y recordar que aún hay muchas personas desaparecidas. Foto: Fabricio Moreno

Después, la familia decidió que el ataúd del pequeño Mateo permaneciera un tiempo para que la gente pudiera despedirse de él. Los mensajes de apoyo fueron constantes, e incluso hubo personas que abrazaron el féretro.

 

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