Sin duda la remoción, o renuncia, del fiscal Gertz Manero ha llamado mucho la atención en diversos aspectos, siendo foco de los medios de comunicación, analistas, y por tanto, objeto también de diversas especulaciones respecto de dicho acontecimiento. La carta donde hace patente su salida es todo menos una carta de renuncia, si no una ratificación del puesto que le ofreciera la presidenta Sheinbaum como embajador ante un país amigo, mismo que no sabemos cuál será, aunque se especula que podría ser Alemania, país con el que mantiene lazos familiares al ser país de origen de sus ancestros.
La inminente aprobación de Ernestina Godoy al frente de la Fiscalía General de la República responde: a la necesidad de solventar el rezago en investigaciones de tipo federal en los estados que presuntamente Gertz Manero no habría atraido como parte de sus responsabilidades; reforzar la continuidad en cuanto a la implementación de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública encabezada por el secretario del ramo Omar García Harfuch, de quien en los corrillos políticos se especula que el siguiente año pudiera ocupar la titularidad de la Secretaría de Gobernación, cerrando la pinza de la presidenta Sheinbaum al encargarse, uno de sus elementos más cercanos y mano derecha, de la política interior del país, sino, al ocupar la posición más importante del gabinete, posicionándose como el segundo al mando en el país, librar los escollos que pudiera tener por encima del secretario de la Defensa, con quien se comenta no mantiene la mejor de las relaciones y de Marina, afianzando con ello su poder e influencia que le permita librar cualquier obstáculo que interrumpiera la continuidad con la implementación de la referida estrategia de seguridad, quedando al frente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) el actual titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la secretaría de Hacienda, Omar Reyes Colmenares, gente de confianza del secretario Harfuch; el que la presidenta Sheinbaum se libre de piezas heredadas de la anterior administración que no abonan a su proyecto político; atender los casos mediáticos que se han suscitado en el último año como el de Raúl Rocha Cantú, dueño del concurso Miss Universo, figura a quien un juez federal de Querétaro le librara una orden de aprehensión por los delitos de tráfico de armas, drogas y combustibles, y a quien Gertz Manero le otorgara la calidad de testigo protegido por medio de un criterio de oportunidad, acción que habría sido, a decir de varias fuentes, la gota que derramó el vaso a la presidenta al no tener conocimiento ella y el gabinete de seguridad de la misma tomándolos por sorpresa, junto a los desplantes que, se dice, llevaba a cabo en las mañaneras en Palacio Nacional, el caso de los hermanos Farías, líderes de una red de huachicol fiscal en la secretaría de Marina, así como el caso del grupo criminal La Barredora que involucra al líder de la bancada de MORENA en el Senado de la República, Adán Augusto López Hernández, quien por cierto tuviera un papel destacado en apresurar la renuncia del fiscal Gertz fungiendo como operador político ante el propio fiscal y el senado para que tal fin tuviera lugar.
Lo anterior pone en una posición por demás singular al senador ya que, de acuerdo con diversas fuentes, habría maniobrado así ante el temor de ser indiciado por el tema de “La Barredora” y las 37 denuncias interpuestas por la ex diputada panista María Elena Pérez-Jaen Zermeño ante la Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción, por presuntas irregularidades en el manejo de recursos públicos, por más de 700 millones de pesos durante su gestión como gobernador de Tabasco. El ser el artífice de la renuncia, así como asegurar los votos necesarios en el senado para nombrar a Godoy pueda comprarle un pase de salida a las acusaciones que pesan en su contra comprometiéndose a seguir los designios mandatados desde el despacho presidencial.
Lo que sí es un hecho, es que, siguiendo la normativa, se presentará una lista de 10 candidatos a ocupar la FGR, dentro de los cuáles la presidenta elegirá una tercia, dentro de la cual sin duda figurará el perfil de Godoy, siendo nombrada como la nueva fiscal por la cámara alta en los días por venir. Certeza de ello es que al mismo tiempo que se anunciara la renuncia del fiscal Gertz, Ernestina Godoy, abogada de 71 años, ex diputada de la Asamblea Legislativa del D.F., ex Procuradora y posteriormente Fiscal General de Justicia de la CDMX durante la gestión de la presidenta Sheinbaum al frente de la Jefatura de Gobierno de la Capital, ex titular de la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República, la cual tiene como funciones brindar asesoría y apoyo técnico-jurídico a la titular de la Presidencia de la República en todos aquellos asuntos que esta le encomiende, en particular sobre proyectos de iniciativas de reformas constitucionales, leyes, decretos, tratados internacionales, reglamentos, acuerdos, nombramientos y demás instrumentos normativos de competencia de la presidenta, así como representarla en acciones, controversias, litigios y procedimientos jurisdiccionales o administrativos en los que sea parte o tenga interés jurídico ante tribunales federales, del fuero común y ante toda autoridad, presentó su renuncia ante la presidencia para ser nombrada por el fiscal saliente como titular de la Fiscalía Especializada de Control de Competencia, asumiendo interinamente la dirección de la FGR, es decir, encargada de Despacho, colocando inmediatamente en posiciones clave a César Oliveros Aparicio, como nuevo titular de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), y a Héctor Elizalde Mora, como director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), ambos colaboradores muy cercanos al secretario Harfuch.
Cierto también es que el contenido del artículo 24 de la Ley de la Fiscalía General de la República establece que la persona titular de la Fiscalía General sólo podrá ser removida por la persona titular del Ejecutivo Federal por incurrir en alguna de las causas graves contempladas en la Ley General de Responsabilidades Administrativas (como peculado o desvío de recursos); comisión de delitos que impliquen prisión preventiva oficiosa (delincuencia organizada, extorsión u homicidio); pérdida de la ciudadanía mexicana; incapacidad total o permanente durante más de seis meses, acreditada por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado; y/o Violaciones graves a la Constitución, ninguna de ellas, por cierto, acreditadas al fiscal, alimentando con ello las especulaciones aquí presentadas.
El fiscal Alejandro Gertz Manero, jurista, académico (es miembro del Sistema Nacional de Investigadores e Investigadores de la SECIHTI, nivel II), ex secretario de seguridad pública del D.F. y a nivel federal; ex diputado federal, ex Procurador y ex Fiscal General de la República, se le concede una salida, basada más por la posesión de información, datos y documentos que tiene consigo, que seguramente involucran a una amplia gama de actores políticos en una serie igual de amplia de actividades que pudieran comprometerlos, que por su posición política y partidista. Tal vez el ocaso de una carrera política que termina lamentable y desoladoramente a sus 86 años.
Un acontecimiento envuelto en una nube de especulaciones que seguramente se revelarán con el paso del tiempo. Veremos.