Guanajuato, Gto.- La Fiesta de la Cueva o el Día de la Cueva en Guanajuato capital, es una tradición religiosa y comunitaria que mezcla espiritualidad y cultura popular, creando una celebración única que da identidad y sentido de pertenencia a los capitalinos. Una tradición que este año 2025 cumple 409 años de historia.

Cada 31 de Julio decenas de miles de capitalinos suben al cerro de La bufa y sus inmediaciones, y realizan una gran convivencia en la que hoy en día se colocan juegos mecánicos gran cantidad de puestos de todo tipo de mercancías y hasta se realizan conciertos al aire libre, la fiesta comienza desde el día anterior con la cabalgata y el encendido de los cerros por la noche que se convierte en un espectáculo de luz y color.

La fiesta se realiza en honor a San Ignacio de Loyola, patrono de la ciudad, santo que vivió durante la primera mitad de los años 1500y que fundó la orden religiosa de ‘La Compañía de Jesús‘ que tuvo una gran influencia en los primeros años de la ciudad de Guanajuato. Tanto así que, en1616, Guanajuato capital reconoció a San Ignacio como su patrono, y en 1624 esto se hizo oficial con la consagración ante el cabildo eclesiástico de Valladolid, hoy Morelia.

Según la leyenda, todo comenzó cuando un padre de la orden de La Compañía de Jesús, de nombre Antonio de San Buenaventura, acostumbraba a subir a la punta del Cerro de La Bufa a rezar y meditar, en alguna de esas ocasiones tuvo una visión de San Ignacio de Loyola, que le pedía consagrar en su nombre la cueva que se encontraba a sus pies.

El dato histórico real, indica que fue el padre Diego Gómez quien a principios de los años 1600 comenzó a divulgar la vida de San Ignacio, convirtiéndolo en un símbolo religioso para la comunidad de Guanajuato capital, y logrando que la ciudad lo adoptara como su santo patrono.

Al respecto del lugar y la fecha de la fiesta, es interesante conocer que a San Ignacio se le consagró una cueva y no cualquier
otro sitio por su conexión simbólica con la Cueva de Manresa en España, donde en 1522, San Ignacio de Loyola vivió durante 11 meses, y donde escribió sus famosos Ejercicios Espirituales. Y la fiesta se lleva a cabo cada 31 de Julio, porque esa es la fecha en que San Ignacio de Loyola murió en 1556.

Se trata de una fiesta a la que año con año acuden decenas de miles de personas y que desde 2013 fue declarada patrimonio cultural intangible por el gobierno del Estado de Guanajuato.

Miles de fieles conquistan el Cerro de la Bufa en tradicional Fiesta de la Cueva

Movidos por la fe y la tradición, nuevamente los capitalinos emprendieron el éxodo y acudieron por miles al Cerro de la Bufa
para cumplir con un año más con la fiesta del Día de la Cueva.

La fiesta comienza desde en la noche anterior, cuando todos llegan al cerro, que se ilumina con antorchas, luces espectaculares y fuegos artificiales creando un espectáculo digno de apreciar. Muchos se quedan a acampar toda la noche. Y al otro día, con los primeros rayos del sol, la fiesta comienza.

Desde temprano las faldas del cerro comienzan a llenarse de negocios y algarabía, mientras mucha gente empieza el trayecto hasta lo alto del cerro…

Algunos llegan solamente hasta la cueva consagrada San Ignacio Loyola para asistir a la tradicional misa, sin embargo, todo buen
capitalino que se respete sabe que la tradición exige subir hasta la Crucita enla cima del cerro, hasta arriba de los picachos.

La subida es escarpada y extenuante pero la fe, la costumbre y la tradición impulsan a la gente a seguir subiendo, bajo el sol y soportando el calor. Suben niños pequeños y adultos mayores todo mundo a su paso, muchos recordando a quienes por primera vez hace muchos años les enseñaron a cumplir con esta tradición.

“Vamos ahorita a llegar a la cueva y más que nada a ver al santo que está ahí.” Comenta un caminante.

Conforme comienza a avanzar el día los caminos se convierten en verdaderos ríos de gente, las estrechas veredas se congestionan y todo mundo empieza a subir por dónde puede.

“Muy bonito mucho ambiente, y más que todo el ejercicio que vamos haciendo muy saludable” dijo otra visitante.

Son miles los que año con año acuden a celebrar esta tradición con más de 400 años de historia.

Y cuando ya las piernas arden y la respiración se entrecorta por el esfuerzo, aparece frente a uno la cima del cerro, y es ahí
cuando llega la recompensa, el espectacular paisaje, la foto del recuerdo y la anécdota inolvidable, nada como la satisfacción de conquistar una montaña. Se cumplió un año más de la fiesta del Día de la Cueva