León, Gto.- Aunque hace cinco años se logró la captura del líder del Cartel Santa Rosa de Lima (CSRL), la violencia en Guanajuato, que éste genera, no ha cesado ya que el grupo, debilitado pero no extinto, se fracturó en varias células que hoy se disputan el control del territorio, no solo contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), sino también entre sí.
Así lo reveló el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, durante una entrevista con medios en Guanajuato para detallar los resultados en materia de seguridad durante el sexenio de Claudia Sheinbaum.
El jefe de Seguridad nacional informó que el diagnóstico que se tiene sobre el estatus actual del CSRL es que su fuerza sí está reducida, pero la organización de dividió en células que están en pugna tras la caída de su líder y fundador, José Antonio Yépez ‘el Marro’.
Explicó que son precisamente miembros de la familia de ‘el Marro’ los que hoy mantienen el liderazgo del grupo criminal.
“Lo que tiene (el CSRL) es que opera entre familiares. Hay seguimiento de los líderes y de los familiares del ‘Marro’, este sujeto que fue detenido. Y si bien tiene una pugna con el cartel Jalisco, también este grupo tiene muchas células distintas que también entre ellos se hartaron”, explicó García Harfuch.
“No los vemos como un grupo contra otro. Lo vemos como un grupo disminuido, pero con muchas células en pugna que eso lamentablemente a veces genera más violencia”.
Detenciones de alto calado para Guanajuato
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana destacó que la estrategia nacional se centra en lograr la captura de quienes son artífices de la alta violencia que azota en el país, no en incrementar los patrullajes, y en este caso Guanajuato es parte crucial en la estrategia.
Informó que en lo que va de la administración se ha logrado la detención de 34 mil criminales a nivel nacional, de los cuales 4 mil fueron capturados en Guanajuato.
En las detenciones de mayor impacto y que ayudarán a reducir la violencia en la entidad destacó la de José Francisco N, alias “El Alfa 1”, involucrado en la masacre del bar Los Cantaritos, en Querétaro, capturado en marzo tras seis operativos simultáneos en ese estado, Guanajuato y Yucatán.
Otra detención de alto calado fue la de Gustavo Botello, alias ‘El Viejón‘, jefe del grupo operativo La Barredora, ligado al Cartel Jalisco Nueva Generación, al que se le atribuyen delitos de extorsión, homicidio, distribución y venta de droga en Guanajuato.
“Podemos incrementar patrullaje, pero si no agarramos al homicida o al que está ejecutando, como estos sujetos que mencioné, para ellos los sicarios son reemplazables”, enfatizó García Harfuch.
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