La propuesta surge justo después de que se anunciara el acuerdo con Fernando Chico Pardo, quien busca comprar el 25% del capital accionario. Sin embargo, la entrada de Larrea introduce un elemento competitivo que podría alterar los planes iniciales del banco estadounidense.

De acuerdo con documentos enviados a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la oferta de Grupo México contempla adquirir el 25% del control a un múltiplo de 0.85 veces el valor en libros y el restante 75% a 0.80 veces el valor contable. Larrea ha señalado que, si Chico Pardo decide conservar su participación, se le respetarán sus derechos como accionista minoritario.

Por su parte, Citi informó que aún no ha recibido formalmente la propuesta, aunque aseguró que la analizará con responsabilidad. La institución también reiteró que la opción de colocar acciones en Bolsa sigue sobre la mesa, tanto en México como en Estados Unidos, siempre que las condiciones del mercado y las autoridades lo permitan.
El proceso de venta de Banamex implica una compleja serie de trámites ante la CNBV, CONSAR y la Secretaría de Hacienda, ya que el banco es considerado sistémico, es decir, de relevancia estratégica para el sistema financiero mexicano. Se prevé que el proceso podría concretarse hasta 2026.
Citi buscaría retrasar la oferta pública inicial (IPO) hasta que se defina al nuevo grupo de control, el plan de negocios y el equipo directivo. En tanto, al comprador mexicano le convendría esperar dos o tres años después de la adquisición para lanzar la colocación bursátil y obtener una mayor plusvalía.
Fuentes cercanas al proceso señalan que no se descarta la llegada de nuevas ofertas, aunque la decisión final dependerá de Citigroup. En este contexto, cobra relevancia la reunión reciente entre la CEO de Citi, Jane Fraser, y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, donde podría haberse manifestado una aprobación preliminar hacia Chico Pardo.

Tanto Larrea como Chico Pardo cumplen con la preferencia del gobierno mexicano de que el control de Banamex permanezca en manos nacionales y sin despidos masivos de personal. No obstante, se sabe que Grupo México ha sido cauteloso respecto a las contingencias legales que enfrenta Banamex, como el caso de Oceanografía y los reclamos de tenedores de bonos, cuyo impacto podría superar los mil millones de dólares.
Además, el futuro comprador deberá invertir fuertes sumas en la modernización tecnológica del banco. Chico Pardo ha expresado su intención de invitar a otros empresarios a participar en el control accionario, mientras que Grupo México contempla la inclusión de fondos de pensiones como socios.
Por ahora, el desenlace de la venta de Banamex sigue abierto, y todo dependerá de la respuesta de Citi ante la sorpresiva jugada de Germán Larrea.