Bolsonaro, quien cumple prisión domiciliaria tras ser condenado recientemente a 27 años y tres meses de cárcel por su participación en un intento de golpe de Estado, acudió al hospital el pasado domingo 14 de septiembre para la extracción de ocho lesiones cutáneas sospechosas. Los análisis patológicos revelaron que dos de ellas correspondían a carcinoma de células escamosas “in situ”, un tipo de cáncer de piel limitado a las capas superficiales de la epidermis, sin afectar tejidos profundos.

“No es ni el más benigno ni el más agresivo; es un tipo intermedio, pero aun así requiere atención para prevenir complicaciones”, explicó Birolini.
Las células cancerígenas ya fueron removidas mediante biopsia, por lo que no se prevé quimioterapia en esta fase. El equipo médico recomendó seguimiento ambulatorio con revisiones periódicas para detectar posibles nuevos focos. Se descartó cualquier relación con la puñalada que Bolsonaro sufrió en 2018 durante su campaña presidencial.
Antecedentes de salud cutánea

Este no es el primer problema de salud cutánea de Bolsonaro. En años anteriores, se ha sometido a procedimientos similares, probablemente derivados de su exposición prolongada al sol durante su carrera militar y política. El carcinoma de células escamosas es un tipo común de cáncer de piel no melanoma que, aunque generalmente curable en etapas tempranas, requiere atención constante para prevenir recurrencias.
Tratamiento y seguimiento médico

El equipo médico confirmó que Bolsonaro continuará su tratamiento en casa bajo supervisión, y deberá presentar un atestados médico al gabinete del ministro Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF), dadas sus obligaciones judiciales. Hasta el momento, familiares y allegados no han emitido comentarios adicionales sobre su estado de salud.