Ciudad de México, México.- La Cámara de Diputados discute este martes la reforma a la Ley de la Guardia Nacional, una iniciativa que ha generado fuerte polémica por contemplar que los elementos de esta corporación de seguridad puedan postularse para cargos de elección popular, algo que la oposición califica como un paso más hacia la “militarización de la vida pública”.

Diputados debaten reforma a la Ley de la Guardia Nacional que permitiría a sus elementos postularse a cargos públicos; oposición habla de militarización (Foto: Twitter)

La sesión inició antes del mediodía y se espera que las discusiones se extiendan durante varias horas. Diputados de distintas fuerzas políticas han tomado la tribuna para exponer posturas encontradas sobre un tema que, además de legal y operativo, toca fibras políticas e ideológicas en torno al rol de las Fuerzas Armadas en la democracia mexicana.

Sheinbaum responde desde la “mañanera”

Diputados debaten reforma a la Ley de la Guardia Nacional que permitiría a sus elementos postularse a cargos públicos; oposición habla de militarización (Foto: Twitter)

La presidenta Claudia Sheinbaum defendió la propuesta durante su conferencia matutina, asegurando que los militares ya contaban con el derecho de participar en procesos electorales desde hace décadas.

“Una de las críticas más ignorantes, que solo evidencia su ignorancia, es que ahora un elemento de la Guardia Nacional puede pedir licencia para participar en algún puesto de elección popular o cargo. Esto, en realidad, proviene de la Constitución de 1917”, declaró la mandataria.

Oposición acusa intento de control político

Desde la oposición, las voces se elevaron contra lo que consideran un “avance del poder militar en la vida civil”. La diputada Margarita Zavala (PAN) recordó que la Guardia Nacional fue concebida como una fuerza de seguridad de carácter civil y criticó que el dictamen no fue turnado a la comisión correspondiente.

“La Guardia Nacional debió haber mantenido su mando civil. Todo esto se ha hecho a escondidas del Ejército”, afirmó.

Además, legisladores panistas y priistas denunciaron que la reforma incluye operaciones encubiertas y permite el acceso a comunicaciones privadas y localización de ciudadanos, lo que consideran una grave amenaza a las libertades civiles.

“Con esta ley, el gobierno puede intervenir teléfonos y redes sociales sin control. Es un retroceso democrático”, advirtió Arturo Yáñez, del PRI.

Morena y aliados defienden la reforma

Diputados debaten reforma a la Ley de la Guardia Nacional que permitiría a sus elementos postularse a cargos públicos; oposición habla de militarización (Foto: Twitter)

Los legisladores de Morena, el Partido Verde (PVEM) y el Partido del Trabajo (PT) defendieron la reforma señalando que busca consolidar una corporación eficiente, disciplinada y profesional, capaz de brindar seguridad al país.

“El pueblo no tiene por qué temer. Los únicos que deben estar preocupados con la consolidación de la Guardia Nacional son los delincuentes”, dijo el diputado Sergio Mayer (Morena).

Desde el PT, se destacó que la Guardia Nacional ha traído “orden, disciplina y resultados”, en comparación con la antigua Policía Federal, vinculada a casos de corrupción bajo el mando de Genaro García Luna, hoy preso en Estados Unidos.

¿Qué propone la reforma?

La reforma fue avalada la semana pasada por la Comisión de Justicia con 22 votos a favor (Morena, PVEM, PT), siete en contra (PAN, PRI) y dos abstenciones (Movimiento Ciudadano).
Entre los puntos clave del dictamen están:

  • Reconocer a la Guardia Nacional como una fuerza de seguridad pública permanente, bajo la Sedena pero con mando civil.
  • Permitir que sus elementos pidan licencia para competir en elecciones populares.
  • Incorporar experiencia militar en recursos humanos y formación sin perder la doctrina civil.
  • Establecer sanciones severas a quienes violen derechos humanos o cometan delitos, bajo fuero militar o civil.
  • Otorgar facultades para operaciones encubiertas, intervención de comunicaciones y acceso a datos de geolocalización, lo que genera rechazo entre organismos civiles.