Guanajuato, Gto.- La historia de Luis Estrada en la serie de Las Muertas, que está próxima a estrenarse este 10 de septiembre en Netflix, se basa en la novela del mismo nombre, del escritor guanajuatense, Jorge Ibargüengoitia.
Cabe decir, que tanto la historia de Estrada como la de Ibargüengoitia tienen detalles ficticios de lo qué pasó en realidad con respecto a las víctimas, además, de que en el libro de “Las Muertas” (1977), aparecen nombres ficticios que esconden el nombre original de los personajes reales de la historia de los crímenes de las Poquianchis.
Un ejemplo claro de ello, es el nombre ficticio de las hermanas Baladro, que tienen el mismo nombre en la novela y la serie. En la historia real, las hermanas Baladro, se refiere a las Poquianchis, quienes en realidad se apellidaban Torres Valenzuela originalmente, y posteriormente Gonzalez.
A continuación, te explicamos de qué trató la obra de la que se basó la historia de Las Muertas, y un poco de sus diferencias con la historia original de las Poquianchis.

¿De qué tratará Las Muertas de Netflix?
Basada en la novela de Jorge Ibargüengoitia, la nueva serie de Netflix, ahora dirigida por Luis Estrada, cuenta la historia de las hermanas Baladro, quienes crearon un imperio de burdeles y se convirtieron en las asesinas más temidas de México.
pero ¿De qué trataba el clásico libro de Ibargüengoitia del que basó su historia Luis Estrada?
En el video promocional de Las Muertas (Netflix), la trama parece iniciar la historia del panadero, Simón Corona, quién al inicio de la serie sufre atentado por parte de Serafina Baladro acompañada de otros tres hombres.
Cuando lo encuentra, lo dispara y le prende fuego al lugar, sin embargo, el atentado es fallido. Más adelante se detalla que la mujer del atentado, se presume era el interés romántico de Simón, pero esté le rompe el corazón en algún momento de la historia.
Ahora bien, tanto el libro como la novela empieza de manera similar. Posterior a lo que no se ve tanto en el avance de Netflix, en el libro, el misterio que sale de este atentado fallido contra Simón
Pronto alerta a la policía que sobreviene una investigación profunda sobre la culpable del atentado y de sus cómplices, y quienes resultan implicadas son las hermanas Baladro y otro conjunto de personajes como políticos, y agentes cómplices de las hermanas.
La investigación a lo largo del libro nos remonta estafas, políticos corruptos, trata de mujeres, entierros clandestinos, asesinatos, corrupción de menores, fiestas sin medida entre políticos, persecuciones y más.
Este es el oscuro imperio que las dos mujeres detenidas, Serafina y Arcángela, han construido a su alrededor de una política impune que les permitió crecer.
La trama lleva en sí, el clásico humor negro que tanto Ibargüengoitia caracterizaba a sus novelas, como el mismo Luis Estrada, caracteriza a sus obras fílmicas, en dónde hay un claro uso de la sátira política y el humor absurdo, frente a situaciones límite o evidentemente grotescas, en dónde destacan dos cosas, marginación y violencia.
Más en este humor negro, se esconde una crítica social, dirigida a la presunta inocencia de las hermanas Baladro, que llegan asumirse como las mártires, en una sociedad y un gobierno que les recrimina, pero que también les permitió crecer en por la moral hipócrita.
Además, la novela como la serie es una denuncia hacia los crímenes, y la impunidad de un sistema de gobierno que en su tiempo, hizo de las Poquianchis fueran las criminales más temidas de México.
La historia real detrás de la serie de Netflix, “Las Muertas”

Cabe decir, que la historia de las Poquianchis contada por Jorge Ibargüengoitia, se basó en gran parte en las noticias locales de la revista ¡Alarma! un medio que se caracterizó por mostrar gráficos con imágenes explícitas de sucesos, como asesinatos y accidentes de tránsito e imágenes explícitas de mujeres.
La historia original que se contó en los periódicos y en la revista ¡Alarma!
En 1964, Catalina Ortega, una chica joven, engañada bajo mentiras de unas hermanas, llega al prostíbulo en dónde es custodiada y secuestrada y obligada para trabajar en el burdel en dónde se cometen crímenes atroces.
Sin embargo, por descuido de sus custodios, logra escapar de aquel lugar y se presenta en la comandancia de la Policía Judicial de León, Gto, en dónde denuncia que hay varias chicas secuestradas en un establecimiento en San Francisco del Rincón en dónde se han cometido diversos crímenes.
La denuncia alertó a las autoridades con apremio, ya que la denuncia hecha por Catalina Ortega, además de la gravedad de los crímenes que relata fue víctima, también implicaba a las mismas autoridades de Guanajuato, por lo que se realizó un operativo para detener a las hermanas que custodiaban el burdel.
Ahí detuvieron a Delfina y a María de Jesús Gonzáles, aunque la otra hermana, María Luisa, logró escapar a último momento.
Aquí es cuándo comienza la historia, en el interrogatorio hacia estas mujeres, quienes poco a poco, irán relatando sus crímenes, una vez que se avanza la investigación de todos sus crímenes, y es relatada por los medios oficiales.
El caso fue ampliamente difundido por la revista local de ¡Alarma!. En dónde algunas mujeres rescatadas de los burdeles del imperio de las hermanas, dieron testimonio de los terribles crímenes que perpetraron tanto las Poquianchis como de sus cómplices y sus vínculos con figuras de la política del estado de Guanajuato y Jalisco.
Otras adaptaciones sobre la historia de las Poquianchis

Cabe decir, que Ibargüengoitia no fue el primero en crear una historia que relata sobre los crímenes de las Poquianchis, que para la época ya eran famosas por sus crímenes, en dónde se cuenta, que hubo más de 150 asesinatos a lo largo de los 10 años o más que construyeron su imperio de crimen (1954-1964).
En 1976 salió al público la película de Las Poquianchis, nombre por el cuál, ahora conocemos a las hermanas Gonzales. Como dato curioso, esta película salió un año antes de la novela de Las Muertas (1977), por lo que, no la película no se basa en la novela de Jorge Ibargüengoitia, estas solo tienen en común narrar el mismo hecho.
En la película de Las Poquianchis, podemos ver una historia más apegada a la contada por los medios, en dónde no se usan nombres ficticios, ni se usa un humor negro.
Muy por el contrario, Felipe Cazals, usa su ingenió crítico para visibilizar la marginalidad, la corrupción política, y la violencia en la que ocurrieron los acontecimientos que permitieron crear el imperio de Las Poquianchis.
Cabe decir, que Cazals también hizo otros 2 filmes aclamados y polémicos el mismo año, El apando y Canoa, en dónde también es visible esta crítica social.
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