León, Gto.- Muchas de las imágenes que hoy conocemos sobre la gran inundación que azotó a León en 1926 fueron captadas por Manuel Obregón, un fotógrafo visionario cuyo trabajo ha sido rescatado y compilado por el Archivo Histórico Municipal de León en el libro “Manuel Obregón, Fotógrafo”. La obra, presentada este 25 de julio como parte de los festejos por el 77 aniversario del Archivo, rinde homenaje a uno de los más importantes cronistas visuales del Bajío en el siglo XX.

León ha sufrido, desde 1576, al menos una veintena de inundaciones significativas. Pero la del 23 de junio de 1926 marcó un antes y un después en la historia de la ciudad. Aquel día, tras intensas lluvias, se desbordaron los ríos que cruzaban la zona urbana —especialmente el río de los Gómez—, y colapsaron las presas encargadas de regular el agua. El resultado fue una devastación sin precedentes, con calles bajo el agua, viviendas arrasadas y decenas de muertes.

Obregón capturó imágenes que no solo retratan el impacto del desastre

Obregón, entonces ya establecido como fotógrafo profesional, capturó imágenes que no solo retratan el impacto del desastre, sino que también documentan la dimensión humana de aquel suceso. Su archivo visual permite observar desde las casas colapsadas hasta las labores de rescate y reconstrucción.

La publicación estuvo a cargo del Dr. Gerardo Martínez Delgado, e incluye imágenes que no solo remiten a la inundación de 1926, sino también a otros momentos cruciales de la historia regional.

Durante la presentación, la Dra. Rocío del Carmen Corona Azanza, profesora-investigadora de la Universidad de Guanajuato, subrayó el valor documental del trabajo de Obregón, señalando que sus fotografías trascienden lo estético para convertirse en fuentes primarias con gran utilidad para reconstruir contextos sociales, políticos y urbanos del siglo pasado.

Por su parte, el Lic. Gilberto De la Torre Malacara, responsable del Área de Digitalización del AHML, habló de los desafíos que representa conservar y digitalizar los acervos fotográficos antiguos. Destacó que proyectos como este permiten que nuevas generaciones accedan a estos materiales sin que se pierda su riqueza histórica.

Uno de los momentos más emotivos de la presentación fue el testimonio de Beatriz Morones, nieta del fotógrafo, quien compartió unas palabras sobre el legado de su abuelo, resaltando su amor por la imagen y el compromiso con la documentación de su entorno. Como parte del evento, también se sorteó un ejemplar del libro entre los asistentes.

Cabe mencionar que Obregón también desarrolló parte de su carrera en lugares como Aguascalientes, donde llegó a establecer su propio estudio y colaborar con medios de comunicación y proyectos editoriales.

Quienes deseen adquirir el libro “Manuel Obregón, Fotógrafo” pueden acercarse al Archivo Histórico Municipal de León, donde se proporciona información al público interesado.