Si bien, el ser humano acostumbra a negociar, e incluso, las universidades hacen lo propio, en el tema energético el planeta no está dispuesto a negociar, por lo que la tarea para lograr la transición energética, requiere la colaboración de todos de manera conjunta, incluso desde las aulas.
“Por ello, la necesidad y la conciencia de esta transición energética, y por ello, la necesidad, la conciencia y las tareas tanto de las instituciones educativas como en las empresas y de la mano y del liderazgo del gobierno, tenemos que poner todo lo que está de nuestra parte para mejorar”, indicó Ángel Casán, rector de la Universidad Regiomontana (U-ERRE).
Para el directivo el mejor laboratorio de aprendizaje es la realidad, y por lo cual, el modelo educativo de la universidad parte de dos elementos: aprender colaborativamente y buscar como objetivo las necesidades de la sociedad y no de los caprichos académicos.
Y como parte de su colaboración, la U-ERRE realizará la segundad edición del Congreso de Energía Renovable 2025 que tiene como objetivo principal impulsar el mercado eléctrico estatal y la sincronización con el mercado energético, incluyendo a gobiernos, sector privado y academia.
Casán indicó que en la tarea de la preparación académica está incluida la inteligencia artificial por ser un elemento sustantivo transversal y que apoyará en el tema energético.
“Tenemos que ser conscientes que una serie de ciencias que caminan en forma multiplicativa, esto es, cada año doblan sus capacidades, tienen que ser incluidas en este proceso tan complejo que es la transición energética”, enfatizó.
Por su parte, Eleazar Rivera Mata, director general del Clúster de Energía de Nuevo León, dijo que al interior de esta organización con la ayuda del gobierno y usuarios finales, trabajan en una estrategia denominada “Despliegue” auspiciada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para el desarrollo de habilidades en el sector energético del estado.
Agregó que en base al trabajo con el BID, concluyeron que Nuevo León tiene dos necesidades fuertes: la reconversión laboral a través de microcredenciales, en donde las universidades tienen una importante función y responsabilidad, y la segunda es el modelo dual.
“De ese estudio nos dimos cuenta que Nuevo León necesita ya, al día de hoy, un fuerte componente de modelo dual, porque las industrias son las que necesitan ya directamente laboratorios especializados, en donde el alumno ya tenga experiencia en temas específicos”.