Texas, Estados Unidos.- Los Dallas Cowboys viven uno de sus peores momentos de la temporada tras caer humillantemente 34-6 ante los Philadelphia Eagles en casa, dejando a la vista una ofensiva que, ya sea con Dak Prescott, Cooper Rush o Trey Lance, no ha podido encontrar el ritmo ni la eficacia necesarias para competir en la NFL.
Los dirigidos por Mike McCarthy ofrecieron una actuación para el olvido, sumando cinco pérdidas de balón y apenas dos goles de campo que reflejan su crisis actual. Frente a una afición claramente frustrada en el AT&T Stadium, la Estrella Solitaria continúa en caída libre.

Dolorosa derrota para los Dallas Cowboys
Con la ausencia de Dak Prescott tras su lesión la semana pasada, los Cowboys recurrieron a Cooper Rush para intentar tomar el control de la ofensiva, pero el número 10 tuvo una tarde desastrosa. Rush acumuló solo 45 yardas por pase y cometió un error fatal: perdió un balón que los Eagles aprovecharon para convertir en un touchdown.
McCarthy decidió sustituirlo en el último cuarto por Trey Lance, pero el ex mariscal de San Francisco tampoco logró imponer condiciones, sumando apenas 21 yardas y una intercepción que selló el descalabro para los Cowboys.

El ataque de Philadelphia, liderado por un eficaz Jalen Hurts, no necesitó hacer grandes esfuerzos para aprovechar los errores de Dallas. El primer touchdown de los Eagles llegó luego de que Rush perdiera el balón en la yarda 20 de los Cowboys, lo que Hurts transformó rápidamente en siete puntos.
Aunque Dallas intentó mantenerse en la pelea y se fue al descanso 14-6, la ofensiva se desplomó en la segunda mitad. Philadelphia amplió la ventaja con anotaciones de Johnny Wilson y otro touchdown de Hurts, dejando a los Cowboys sin respuesta.

Philadelphia aprovechó cada error de Dallas y encontró el modo de mover las cadenas sin dificultad. Los receptores A.J. Brown y Dallas Goedert se destacaron en la ofensiva, mientras que el corredor Saquon Barkley sumó 66 yardas por tierra. Con un juego terrestre efectivo y una defensiva sólida, los Eagles lograron controlar el partido sin apenas oposición, acumulando un total de 187 yardas por tierra.
La actuación de los Cowboys dejó mucho que desear, ya que la defensiva de Philadelphia recuperó cuatro balones sueltos y forzó una intercepción. Rush completó solo 13 de 23 pases y, aunque no lanzó intercepciones, perdió dos fumbles clave. Cuando Lance entró al campo, las cosas no mejoraron: completó cuatro de seis pases para 21 yardas, pero fue interceptado al poco tiempo. Esta derrota deja a los Cowboys con un récord de 3-6 y pocos motivos para ser optimistas, mientras que los Eagles mejoran a 7-2 y se consolidan como uno de los equipos más sólidos de la liga.
La jornada fue una clara muestra de que la situación en Dallas es crítica. La ofensiva vaquera, sin la presencia de Prescott, ha quedado expuesta, y no hay señales de mejora. Mike McCarthy y su equipo deberán hacer ajustes urgentes si pretenden revertir esta situación y mantener vivas sus esperanzas en una temporada que luce cada vez más oscura para los Cowboys.
