Estados Unidos.– El mundo del ajedrez está de luto. El Gran Maestro Daniel Naroditsky, una de las estrellas más queridas y admiradas del tablero, murió de forma inesperada a los 29 años, según confirmó el Centro de Ajedrez de Charlotte, institución a la que pertenecía. Su familia no ha revelado la causa del fallecimiento.
En un comunicado, la familia expresó: “Daniel fue un talentoso ajedrecista, educador y miembro muy querido de la comunidad ajedrecística. Solicitamos privacidad durante este momento tan difícil”.

Conocido cariñosamente como “Danya”, Naroditsky fue no solo un jugador brillante, sino también un promotor incansable del ajedrez, admirado por su carisma, su capacidad pedagógica y su compromiso por acercar el juego a nuevas generaciones.
Su impacto fue enorme dentro y fuera del tablero: tenía más de 340 mil seguidores en Twitch y casi medio millón en YouTube, donde compartía análisis, partidas en vivo y reflexiones sobre el ajedrez con un estilo accesible, divertido y apasionado.
Un prodigio precoz
Nacido en San Mateo, California, el 9 de noviembre de 1995, Daniel Naroditsky aprendió a jugar ajedrez a los seis años, gracias a su hermano mayor, Alan. A los 9 años ya encabezaba el ranking nacional infantil de Estados Unidos y en 2007 ganó el Campeonato Mundial Juvenil Sub-12.
Se convirtió en Gran Maestro a los 17 años, tras obtener el título en España, y fue considerado una de las mayores promesas del ajedrez estadounidense. Además de competir, estudió Historia en la Universidad de Stanford, donde se graduó en 2019.

Entre sus logros destaca haber vencido a figuras de la talla de Fabiano Caruana y Dmitry Jakovenko, además de ocupar posiciones entre los 150 mejores del mundo y el top 20 de Estados Unidos.
Maestro, comentarista y voz del ajedrez moderno
Naroditsky combinó su talento como jugador con su habilidad para enseñar. Fue entrenador jefe del Centro de Ajedrez de Charlotte y comentarista de torneos internacionales en Chess.com, donde era muy apreciado por su claridad, ingenio y sentido del humor.
También fue autor del libro “Mastering Positional Chess”, publicado cuando apenas tenía 14 años, y columnista de The New York Times, donde escribió sobre el poder educativo y emocional del ajedrez.

Legado imborrable de Daniel Naroditsky
La comunidad ajedrecística global ha expresado su consternación y cariño. El legendario Garry Kasparov escribió: “Una estrella brillante para siempre en el cielo. Descanse en paz, Danya”.
Por su parte, Magnus Carlsen, campeón mundial, aseguró que su muerte representa “una gran pérdida para todos los que amamos el ajedrez”.
El estadounidense Hikaru Nakamura, amigo cercano, destacó que “Danya inspiró a cientos de miles de personas a jugar al ajedrez. Su pasión era genuina y su legado, eterno”.
Más allá de sus títulos y victorias, Daniel Naroditsky será recordado como un maestro del tablero y del alma, un hombre que hizo del ajedrez un puente entre generaciones, idiomas y corazones.