Guanajuato, Guanajuato.- A pesar de la protesta de productores acambarenses, la Comisión de Hacienda aprobó el endeudamiento de 4 mil millones de pesos para el proyecto del acueducto Solís-León. Los manifestantes intentaron entrar a la sala donde se votaba el punto y, aunque sí los dejaron, al llegar ya se había votado y aprobado el endeudamiento.

Dicha comisión sometió a votación dos solicitudes de crédito enviadas por la gobernadora Libia García: una por cuatro mil millones de pesos para la construcción del acueducto y otra por la misma cantidad para proyectos de infraestructura.

Manifestantes ingresan tarde a la sesión donde se avaló el endeudamiento estatal. Foto: Roberto López

Horas antes, dos camiones y varias camionetas con campesinos, principalmente de Acámbaro, llegaron al Congreso en la capital del estado, pero fueron retenidos en el primer filtro de acceso. Luego se les permitió avanzar unos 20 minutos antes de las 11:00 de la mañana, hora programada para la comisión, pero fueron nuevamente detenidos frente al edificio principal. Ahí les informaron que podrían entrar solo hasta que comenzara la comisión.

El personal del Congreso pidió que definieran a 15 representantes para ingresar al inmueble, de los aproximadamente 100 manifestantes. Sin embargo, hubo un tercer filtro donde fueron retenidos nuevamente, y en ese momento se votaba el tercer punto de la orden del día: el endeudamiento. Los manifestantes entraron, pero ya se había aprobado la medida.

Al percatarse, los inconformes comenzaron a gritar y llamaron “traidores” a los diputados por no escucharlos antes de la votación.

Al final, el diputado Víctor Manuel Zanella accedió a escucharlos, aunque la votación ya había concluido. Se permitió que tres personas hablaran desde la mesa de la comisión.

Los productores señalaron que defenderán, incluso con su vida si es necesario, que no se concrete el acueducto, pues consideran que les quitará el agua utilizada para sus cultivos y afectará los balnearios de agua termal.

“Hoy llegamos a tiempo para escuchar cuál es la causa o fundamento para aprobar la deuda del poder ejecutivo y por qué esta obra pública del acueducto Solís implica 15 mil millones de pesos: 7 mil 500 millones del Estado y 7 mil 500 millones de la federación”, dijo José Amadeo Hernández Barajas, campesino de la zona.

Señaló que el sureste de Guanajuato está preocupado porque el acueducto podría llevarse el agua de la presa Solís.

“Los ejidos de Tarandacuario, Jerécuaro y Acámbaro dieron los terrenos para construir la presa y hasta la fecha no les ha finiquitado el gobierno federal. La gente aún espera que les paguen a la tercera generación. Hoy, el gobierno viene a llevarse el agua de la presa”.

Campesinos protestan en el Congreso por el proyecto del acueducto Solís en Guanajuato. Foto: Roberto López

Aseguró que si baja el agua de la presa Solís, también disminuirán los pozos de agua potable y agrícolas, y se afectarán los balnearios.

“Acámbaro y la región viven de la agricultura. Si le va bien a los pueblos, le va bien a la zona urbana. Nunca se preguntó desde los gobiernos federal y estatal cuál es la dependencia económica de las familias del agua de la presa Solís”.

Aunque los diputados escucharon a los campesinos, al finalizar simplemente les dieron las gracias y continuaron con la agenda del Congreso.

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