Australia.- El hombre que ataco a Ariana Grande Jhonson Wen de 26 años de edad, conocido por su historial de allanamientos en conciertos, fue vetado de un concierto de Lady Gaga.
El joven fue encontrado en el show y provoco su retiro del recinto entre abucheos del público, evidenciando que la seguridad estaba alerta de su presencia.
¿Cómo expulsaron a Wen del concierto de Lady Gaga?
El incidente ocurrió el martes 9 de diciembre de 2025. Videos que rápidamente se viralizaron muestran a Wen aparentemente usando una peluca y lentes sonriendo mientras es escoltado por personal de seguridad, quienes le retiraron su pulsera y credencial antes de sacarlo del recinto.
Los fans comenzaron ha abuchearlo al notar que se trataban de él, diciéndole cosas como: “Jode%&” y “Fuera de aquí”.
Momentos después, el propio Wen confirmó en redes sociales que había sido expulsado. Sin embargo, la manera en que fue interceptado sugiere que la seguridad del tour mantenía una alerta activa sobre él.
Incluso circula un video no verificado, presuntamente grabado en otra parada de la gira, donde un guardia lee una nota con la foto de Wen y la instrucción: “No lo dejen entrar”.
Ante la situación, no se han expresado más comunicados oficiales por parte de la seguridad del estadio.
Por parte de Wen, recientemente realizó una publicación en su cuenta de Instagram, donde ha hecho una serie de fotos donde se nota las veces que ha sido expulsado de eventos.
¿Por qué Wen fue sacado del show?
El comportamiento de Wen ha sido foco de atención internacional desde noviembre de 2025, cuando irrumpió en la premiere de Wicked: For Good en Singapur.
Allí, saltó una barricada y corrió hacia el elenco, en un evento donde estaba presente Ariana Grande.
El australiano fue sentenciado a nueve días de cárcel por alteración del orden público y posteriormente deportado con prohibición de reingreso a Singapur.
Su historial tampoco es nuevo: Wen ha protagonizado intrusiones en shows de Katy Perry, The Chainsmokers y The Weeknd, acumulando un largo registro de incidentes que han puesto en alerta a promotores y equipos de seguridad.
El caso de Johnson Wen evidencia la presión que enfrentan hoy los organizadores de eventos masivos.
Mientras figuras como Wen buscan fama viral a costa de irrumpir en espectáculos, la circulación global de imágenes y datos permite que los equipos de seguridad establezcan redes de vigilancia más amplias, compartiendo alertas entre ciudades e incluso países.
Además, el público se ha convertido en un actor clave: los abucheos dirigidos a Wen reflejan una postura colectiva de rechazo hacia quienes ponen en riesgo la seguridad de artistas y asistentes en busca de atención instantánea.
El caso de Johnson Wen no solo expone a un intruso serial, sino a una dinámica moderna donde la fama instantánea puede incentivar comportamientos peligrosos.
En respuesta, la industria del entretenimiento parece encaminada a fortalecer sus sistemas de seguridad y a colaborar más estrechamente entre países.
Lo ocurrido en Brisbane deja claro que, en la era viral, tanto la seguridad como el público están menos dispuestos que nunca a tolerar actos que pongan en riesgo a artistas y asistentes.
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