Apaseo el Alto, Guanajuato.- Un conocido corrido mexicano cuenta la historia de Arnulfo González, que se agarró a balazos con un policía solo porque se vieron mal. La versión del Piporro lleva la frase: “¿Pa’ qué te regresabas, creatura, si ya habías ganado?”
Algo similar, pero sin víctimas fatales, ocurrió en Apaseo el Alto el 31 de octubre del 2021, según consta en la recomendación de derechos humanos 49/2021-C. En ella, un ciudadano discutió con policías municipales, pero cuando se habían calmado los ánimos y los uniformados se retiraban, él se burló y entonces se regresaron, lo detuvieron y golpearon.
De estos hechos hay dos versiones: la del ciudadano que se quejó y la de los policías. La del ciudadano señala que el día señalado, el hombre se encontraba en un autolavado ubicado en la carretera Apaseo el Alto-Apaseo el Grande.
Cuando llegaron en una patrulla unos policías municipales, lo revisaron. El quejoso dijo que no le encontraron nada ilegal y que los uniformados ya se iban, pero que en ese momento comenzó a reírse al pensar que dicha revisión era parte de una mala racha personal. Entonces, un policía municipal lo escuchó y le reclamó al pensar que el quejoso se estaba burlando de ellos. Enseguida, el resto de los uniformados se regresaron y, al verlos, el quejoso corrió a la casa de la propietaria del autolavado. Momentos después, los policías lo sacaron esposado de la casa en mención y lo trasladaron a los separos municipales.
Dos personas más atestiguaron y señalaron que, en efecto, los municipales llegaron de la nada y revisaron al hombre por un supuesto reporte. Luego de varios minutos, se fueron a su patrulla y regresaron al lavado, pero el quejoso intentó resguardarse en una casa y de allí lo sacaron a la fuerza, lo subieron a la patrulla y lo golpearon.
La versión de los policías fue que ellos circulaban por la carretera cuando notaron a un hombre que los insultaba con palabras y señales, por lo cual se acercaron y cuestionaron su comportamiento. Pero el sujeto siguió agresivo y decidieron detenerlo.
Sin embargo, la Procuraduría de los Derechos Humanos recibió la denuncia y, al investigar, corroboró que el juez cívico le privó a la víctima de su derecho de hacer una llamada de manera inmediata hasta que pasó una hora. Mediante una revisión médica, se le comprobaron algunos golpes y que, tras pagar una multa de 2 mil pesos, fue liberado, pero no le dieron la razón de su detención. Por lo cual, en este 2024, la procuraduría emitió la recomendación para que las autoridades compensen las afectaciones.
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