Ciudad de México, México.- Con efecto inmediato, Ignacio Caride renunció a su cargo como presidente ejecutivo y director general de Walmart de México y Centroamérica, así como a su puesto en el Consejo de Administración, informó la empresa este 1 de agosto. Su salida fue descrita como una “decisión personal” por una portavoz de la compañía.

¿Quién asumirá el liderazgo?
El Consejo de Administración designó a Cristian Barrientos Pozo, actual director general de Walmart Chile, como CEO interino de forma inmediata, mientras se completa el proceso de reclutamiento del nuevo líder permanente.
Barrientos cuenta con más de 26 años de experiencia minorista, habiendo impulsado la expansión, digitalización y apertura de tiendas y centros de distribución en México y Centroamérica.

Además, Guilherme Loureiro continuará supervisando la región y apoyando durante esta transición.
¿Por qué renuncia Ignacio Caride?
El exdirectivo asumió el cargo en abril de 2024, liderando operaciones en seis países y anunciando recientemente una inversión de 6 mil millones de dólares, que incluiría más de 5,500 empleos directos.
No obstante, en julio la empresa reportó una caída del 10 % en su utilidad neta, a pesar de un incremento del 8 % en ventas, atribuido a un menor gasto del consumidor de lo esperado.
A pesar de ello, la compañía indicó que elogian los logros de Caride en innovación omnicanal al servicio del cliente.
Importancia del cambio directivo

La sorpresiva renuncia representa un hecho inusual en Walmex, que en sus más de 15 años ha tenido solo cuatro directores generales, la mayoría con mandatos prolongados. El predecesor de Caride, Guilherme Loureiro, ocupó el cargo durante más de ocho años y aún funge como presidente del consejo.
Como el mayor minorista de México, con más de 3,200 tiendas y una capitalización bursátil superior a los 50 mil millones de dólares, Walmex se considera un barómetro clave de la economía nacional. Su representación va más allá del mercado interno: aporta cerca del 8 % de las ventas globales del grupo estadounidense.
En un contexto donde el consumo se ha desacelerado, la rentabilidad se ha visto presionada, y la acción de la compañía prácticamente no ha respondido al alza en 2025 —contrario al rendimiento del índice bursátil—, este movimiento ha sido recibido con expectativa por analistas. Firmas como JPMorgan, Actinver y Santander consideran que la transición, aunque inesperada, podría representar un giro positivo en la estrategia ejecutiva.
