Los seres humanos, o “homo sapiens”, constituimos una especie de primate caracterizada por su capacidad de razonamiento, aprendizaje y desarrollo cultural. Compartimos ciertas similitudes con los animales, pero nos diferencian aspectos biológicos, cognitivos y sociales. Principalmente nuestra estructura física; somos bípedos, nuestro cerebro y cognición es mas grande y complejo, así desarrollamos el lenguaje, e interpretamos símbolos, hacemos uso de tecnologías multifuncionales y desarrolladas, facilitando nuestra capacidad de innovación y adaptación. Así como las diferencias Sociales con una estructura social, formamos sociedades complejas y organizadas, donde la solidaridad, la cooperación y el beneficio mutuo (bien común). Los humanos no solo marcan su territorio físicamente, sino que también lo hacen simbólicamente a través de banderas y otros símbolos. La agresión en los humanos puede estar relacionada con la competencia por el poder, los recursos y el estatus social, mientras que, en los animales, a menudo está más relacionada con la supervivencia, la alimentación y la reproducción.
La ciencia ha demostrado que muchos animales tienen conciencia, emociones y capacidad de sufrimiento, lo que ha llevado a reconocerlos como “seres sintientes”. De ahí la idea de que los animales tienen derechos surge como una evolución ética, científica y jurídica que reconoce que los animales son seres sintientes, capaces de experimentar dolor, placer, miedo y afecto. Esta sensibilidad les otorga una posición moral que exige protección frente al sufrimiento innecesario.
Desde el aspecto filosófico y religioso. Aristóteles señaló el alma como el principio vital de los seres vivos, según él, todos los seres vivos tienen alma, pero de distinto tipo: Vegetativa: plantas (nutrición y reproducción). Sensitiva: animales (percepción y movimiento). Racional: humanos (pensamiento y reflexión). Santo Tomás de Aquino retomó esta idea y sostuvo que los animales tienen alma sensitiva, pero no racional, ni inmortal como la humana. Filósofos como Jeremy Bentham y Peter Singer argumentan que, si un ser puede sufrir, entonces sus intereses deben ser considerados moralmente, independientemente de su especie, esto nos llevó a establecer la sensibilidad y conciencia: Estudios como la Declaración de Cambridge sobre la Conciencia (2012) respaldan que muchos animales poseen conciencia y emociones, lo que implica que pueden sufrir, surge el Movimiento de Liberación Animal, sostiene que los animales no deben ser tratados como objetos de consumo, sino como sujetos de derecho. Hasta llegar al Reconocimiento jurídico internacional con la Declaración Universal de los Derechos de los Animales (1978): Proclamada por la ONU y la UNESCO, establece que todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen derecho a existir sin maltrato ni sufrimiento. La Unión Europea: Desde 2009, reconoce a los animales como seres sensibles en su Tratado de Funcionamiento, lo que obliga a los Estados miembro a legislar en favor del bienestar animal. Diversas Reformas nacionales: Países como Francia, Portugal, Alemania y Austria han modificado sus códigos civiles para dejar de considerar a los animales como “cosas” y reconocerlos como seres con derecho.
En Guanajuato, se ha establecido desde el 2013, todo un capítulo denominado delitos contra la vida y la integridad de los animales, que contempla como delitos la mutilación Artículo 298.- Al que dolosamente cause la mutilación orgánicamente grave de un animal vertebrado, se le impondrá de dos a seis meses de prisión y de veinte a sesenta días multa; incluso el abandono; artículo 298-b.- A quien abandone a un animal doméstico poniendo en riesgo su vida o integridad, se le impondrá de seis meses a un año de prisión y de cien a doscientos días multa. También se ha avanzado un paso con la Ley para la Protección Animal del Estado como principal instrumento jurídico para salvaguardar los derechos de los animales. Esta ley ha sido reformada (agosto de 2024) para fortalecer su alcance y operatividad. Las Principales disposiciones de la ley buscando la protección contra el maltrato, mediante la cual se define como Animales domésticos: Los seres sintientes que son criados bajo el control del ser humano, que conviven con él y requieren de éste para su subsistencia, con excepción de los animales en vida silvestre o que se encuentren sujetos a las actividades pecuarias. Señala al Sufrimiento como el daño, dolor o enfermedad causada a un animal por cualquier motivo; que el trato adecuado, es el conjunto de medidas que debe observar toda persona para disminuir el sufrimiento de los animales durante su crianza, captura, traslado, exhibición, cuarentena, experimentación, comercialización, adiestramiento y sacrificio. Prohíbe cualquier acto que cause daño o sufrimiento a animales domésticos. Promueve entre otros:
- Bienestar animal: Establece medidas para garantizar condiciones dignas de vida, alimentación, atención médica y trato respetuoso.
- Educación y concientización: Promueve campañas para fomentar el respeto hacia los animales en la sociedad.
- Centros de Control y Asistencia Animal: Regula su funcionamiento, incluyendo clínicas veterinarias públicas.
- Cremación y compostaje: Se incorporó una sección específica para el manejo ético de restos animales.
- Participación ciudadana: Invita a organizaciones civiles y al sector privado a colaborar en acciones de protección animal.
Aun falta mucho por hacer; iniciando por nuestros reglamentos de Justicia Cívica para establecer como faltas administrativas, el maltrato animal y las trasgresiones a las obligaciones de los propietarios o poseedores; así como trabajar principalmente en la educación de los niños, niñas y adolescentes, en quienes debemos inculcar los valores humanos, que participen en la cultura de cuidado, trato adecuado y responsable de los animales, para evitar el maltrato animal, el sufrimiento, lesiones, tortura, actos de crueldad o de zooerastia. Debemos entender que una sociedad violenta, inicia en como tratamos a aquellos seres que no pueden defenderse. La idea de que los animales tienen derechos puede ser vista como una forma de reconocer su valor intrínseco y su derecho a vivir sin sufrimiento. No se trata de igualar especies, sino de reconocer que la vida animal merece respeto, cuidado y dignidad. Solo así vamos a revertir la violencia y el maltrato animal.