Ciudad de México, México.- En medio de un creciente número de denuncias por presuntos ‘pinchazos’ en el Metro de la Ciudad de México, las autoridades han encendido las alertas ante la posible presencia de una sustancia peligrosa: la escopolamina, también conocida como burundanga, que podría estar siendo utilizada para someter a víctimas con fines delictivos.

Autoridades investigan el uso de escopolamina en casos de ‘pinchazos’ en el Metro CDMX y buscan tipificarlo como delito con penas desde dos años de prisión (Foto: Twitter)

De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, hasta este miércoles 14 de mayo se han registrado 68 denuncias formales, en su mayoría en estaciones del Metro capitalino. Aunque no se ha confirmado la sustancia utilizada en todos los casos, varios expertos apuntan a la escopolamina como una de las posibles responsables de los síntomas reportados por las víctimas, como mareos, vómito, dificultad para hablar y pérdida de memoria inmediata.

¿Qué es la escopolamina y por qué preocupa?

La escopolamina es un alcaloide extraído de plantas como el toé o datura, comúnmente conocidas por sus propiedades psicoactivas. Su nombre popular, burundanga, está asociado con su capacidad para alterar funciones cognitivas y la voluntad de quien la consume o la absorbe, convirtiéndose en una droga peligrosa si es administrada sin control.

Autoridades investigan el uso de escopolamina en casos de ‘pinchazos’ en el Metro CDMX y buscan tipificarlo como delito con penas desde dos años de prisión (Foto: Twitter)

Según el doctor Carlos Rius, académico de la Facultad de Química de la UNAM, la sustancia puede aplicarse a través de una jeringa de insulina o mediante absorción cutánea, y sus efectos pueden iniciar en cuestión de minutos y durar entre dos y tres horas.

“La escopolamina en dosis bajas es difícil de detectar, pero sus efectos inmediatos —como docilidad y pérdida de voluntad— son altamente peligrosos si se usan con fines criminales”, explicó Rius.

Reacción oficial: vigilancia y reformas al Código Penal

Ante la alarma ciudadana, Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, anunció un refuerzo en la vigilancia del Metro y del transporte público, con la presencia de más elementos de seguridad y personal capacitado para atender a posibles víctimas.

Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que el Gobierno Federal ya colabora activamente en las investigaciones, mientras que la Fiscalía capitalina informó que preparará una iniciativa para tipificar los ‘pinchazos’ como delito específico, con penas mínimas de dos años de prisión.

“La sustancia podría ser anestésica o un alcaloide como la escopolamina. Aunque en muchos casos no hay evidencia física clara, los síntomas y las denuncias son consistentes. Por eso, proponemos que se legisle con urgencia”, señaló Bertha María Alcalde, fiscal general de la CDMX.

¿Qué hacer si sufres un ‘pinchazo’?

Autoridades investigan el uso de escopolamina en casos de ‘pinchazos’ en el Metro CDMX y buscan tipificarlo como delito con penas desde dos años de prisión (Foto: Twitter)

El doctor Rius y las autoridades recomiendan acudir de inmediato con personal de seguridad del Metro o con un policía si se percibe un pinchazo o síntoma extraño.

“No aceptar ayuda de desconocidos y solicitar atención médica en cuanto antes es clave. La sustancia solo puede ser detectada si se analiza en las primeras dos o tres horas”, advirtió el académico.

Además, aunque en la mayoría de los casos no se han reportado robos, sí se ha detectado un componente psicológico en las denuncias. “El 90% de los casos podrían estar relacionados con psicosis colectiva, pero esto no implica que no existan agresiones reales”, subrayó.

¿Cómo actúa la escopolamina?

Este alcaloide bloquea la acción de la acetilcolina en el sistema nervioso, provocando pérdida de memoria, somnolencia, alucinaciones y, en algunos casos, obediencia sin resistencia. Aunque se utiliza médicamente en parches para el mareo o vómitos postoperatorios, su uso fuera de control puede representar un serio riesgo.

Rius señaló que, en dosis altas, “puede provocar fiebre y alteraciones neurológicas. En dosis bajas, no es adictiva y el cuerpo la elimina de forma natural, principalmente por el hígado”.