Ciudad de México, México.- La inflación en México presentó un ligero repunte durante la primera quincena de agosto, al ubicarse en 3.49% anual, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Aunque la cifra fue apenas superior al 3.48% de la quincena anterior, los datos revelan movimientos importantes en los precios de productos clave para el consumo cotidiano.

Mientras algunos alimentos y servicios registraron descensos que ofrecen cierto alivio a los consumidores, otros productos mostraron incrementos que continúan presionando los bolsillos de las familias mexicanas.
Productos que bajaron de precio
Los descensos más relevantes se dieron en productos de consumo básico y servicios recreativos. Entre los más destacados están:
- Chayote: –13.10%
- Jitomate: –8.78%
- Transporte aéreo: –8.42%
- Cine: –10.01%
- Plátano: –4.15%
- Pollo: –2.47%
- Huevo: –1.30%
- Cremas dentales y de higiene: –1.10%
- Suavizantes y limpiadores: –1.05%
- Automóviles: –0.23%

Estas reducciones en frutas, verduras, carne blanca y productos de limpieza representan un respiro para las economías familiares, especialmente en un contexto donde la canasta básica ha sido golpeada por la inflación en los últimos años.
Productos que subieron de precio
Por otro lado, varios alimentos y servicios registraron aumentos significativos. Entre ellos destacan:
- Chile serrano: +12.87%
- Limón: +5.93%
- Tomate verde: +3.98%
- Cremas para la piel: +1.45%
- Universidades (colegiaturas): +1.11%
- Detergentes: +0.89%
- Carne de res: +0.50%
- Papel higiénico y pañuelos desechables: +0.66%
- Loncherías, fondas, torterías y taquerías: +0.38%
- Vivienda propia: +0.14%
Estos incrementos reflejan la persistencia de presiones inflacionarias en productos frescos y servicios como educación y vivienda, que suelen tener un impacto más duradero en el presupuesto de los hogares.

¿Qué implican estos cambios para los consumidores?
Aunque el dato general de inflación se mantiene dentro del rango objetivo del Banco de México (3% ±1%), la disparidad entre los productos que bajan y los que suben de precio genera un panorama mixto para los consumidores.
Por ahora, la expectativa es que el banco central continúe con recortes graduales en la tasa de interés, medida que podría impulsar el consumo y estabilizar aún más los precios, siempre que no surjan nuevos choques externos.