León, Gto.- La Unión de Rescatistas Independientes de Guanajuato (URI) buscará intervenir en el caso de la jauría señalada por el ataque que provocó la muerte de 24 borregos muflones en el Zoológico de León, ocurrido a inicios de diciembre.
Su representante, Liz Chacón, informó que la organización pretende conocer el estatus legal de los perros, las pruebas que los vinculan con los hechos y, en caso de ser posible, ofrecer asistencia o acompañamiento jurídico.
Animalistas señalan irregularidades en señalamientos del ataque al Zoológico de León
La rescatista explicó que antes de emprender cualquier acción formal es necesario acceder a la carpeta de investigación y determinar bajo qué carácter están siendo retenidos los animales, que actualmente se encuentran bajo resguardo de control canino mientras la Fiscalía General del Estado continúa con las indagatorias.
“No es que yo los vaya a salvar, primero necesito saber cuál es su estatus, en calidad de qué los tienen y cuáles son las pruebas que hay en su contra. A partir de ahí veremos si se puede ayudar y de qué manera”, dijo.
Chacón señaló que varios rescatistas de la ciudad conocen a los perros desde hace años, pues forman parte de una manada que deambula entre el bulevar Perdigón y Brisas del Lago, donde incluso algunos habían sido esterilizados.
“Yo conocí esa manada, nacieron ahí y se fueron quedando. Se la pasaban por todo el Perdigón. Por eso muchas de las cosas que se dijeron no me cuadran”, comentó.
Añadió que, para garantizar un proceso transparente, podría ser necesario solicitar acceso a la denuncia y, eventualmente, intervenir como representantes legales de los animales.

Continúa investigación de perros detenidos en León y su responsabilidad en ataque
El ataque que dio origen al caso ocurrió cuando una jauría ingresó al Zoológico de León por un hueco en la malla perimetral y atacó a los muflones dentro de su hábitat.
La situación derivó en una denuncia formal y en la captura de cuatro perros presuntamente implicados, mientras se investiga si efectivamente fueron los responsables. El hecho reavivó el debate sobre las medidas de seguridad en el parque, así como sobre el manejo de fauna urbana en la ciudad.
Liz Chacón indicó que su objetivo principal es esclarecer los hechos antes de plantear cualquier acción.
“Hay que investigar qué fue lo que pasó, cuáles son las pruebas, si realmente fueron esos los animales que atacaron, o si son los que conocemos de hace años. De ahí partiremos para ver si se puede ayudar o no”, expresó.
La URI planea comenzar con la revisión del caso a inicios de año, en tanto la Fiscalía define el futuro de los perros bajo resguardo.

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