Guanajuato, Gto .- Cuando se discutían las reformas para despenalizar el aborto, la penalización de las terapias de conversión y la aprobación del matrimonio igualitario, la sala de sesiones del Congreso estuvo en riesgo porque uno de los paneles que cubren la cara principal del edificio, se aflojó y hubo peligro de que se cayera.
Eso provocó que se clausurara la zona de acceso por el elevador principal y una parte de la zona de asientos para visitantes, que fue acordonada desde antes que iniciara la sesión, así que los asistentes tuvieron que entrar por el acceso a prensa y por la entrada trasera.
Personal del Congreso colocó cintas amarillas, conos naranjas y avisos de “no pasar”, para evitar que el público usara el elevador, las escaleras principales e incluso los baños, así como dos secciones de bancas. Desde el acceso principal se podía ver el enorme panel de vidrio, ya suelto y con el riesgo de que cayera.
El muro principal del edificio que aloja al poder legislativo está completamente cubierta de paneles de vidrio, lo que permite que la luz natural ilumine la sala del pleno, pero se ha convertido en un problema logístico porque no es la primera vez que uno de estos paneles se suelta, lo cual representa un riesgo de protección civil y un gasto para las arcas del Congreso.
Construir el inmueble del congreso en un cerro trajo el problema del movimiento de placas subterráneas (en la actualidad hay riesgo en el estacionamiento por la misma razón), y eso provoca que los paneles de vidrio se muevan.
Durante la sesión del jueves, hubo personal del Congreso vigilando que la gente no violara el acordonamiento y hasta el secretario General recorrió el lugar para ver de cerca el problema y evaluar la situación.
No fue necesario evacuar a la gente presente y la sesión se realizó sin mayor problema, excepto por el momento en que los diputados aprobaron no obviar la lectura de las actas, lo que provocó inconformidad cuando se dio a conocer que el cálculo para terminar los dictámenes de 100 hojas cada uno, fue de 17 horas.
Después de un receso se aprobó obviar la lectura y el vidrio se mantuvo en el mismo lugar. Hasta el momento no se sabe si el desperfecto será reparado antes de la siguiente sesión (aún quedan dos más antes de que concluya el actual periodo legislativo) o se mantendrá el acordonamiento y el riesgo inminente.
Restauran documentos históricos desde 1822 en el Archivo del Congreso de Guanajuato
En el Congreso se puede acceder a documentos que se elaboraron desde el 25 de febrero de 1822, gracias a la intervención de especialistas que forman parte de los trabajos en ésta casa legislativa, según lo dio a conocer Alberto Macías Paez, director general de archivos del Congreso del Estado.
Durante el evento Charlas de Café, se realizó un conversatorio denominado “Buenas prácticas para la conservación preventiva y el rescate de la Memoria Legislativa: Un caso práctico en el Archivo Histórico del Congreso del Estado de Guanajuato”; esto para destacar el trabajo que la administración del archivo del Congreso ha realizado en materia de preservación patrimonial.
Alberto Macías Páez, director general de Archivos del Congreso del Estado de Guanajuato destacó que la importancia que tiene la restauración y conservación de los documentos es, por ejemplo, poder acceder a documentos que se elaboraron desde el 25 de febrero de 1822, gracias a la intervención de especialistas que forman parte de los trabajos del Congreso local.
Mateo Trueba Morales, restaurador con experiencia en bienes muebles e inmuebles como pintura de caballete, escultura policromada, metales, bienes arqueológicos y acervos culturales, explicó que el Proyecto de Restauración y Conservación del Acervo Documental del Congreso del Estado de Guanajuato tiene como objetivo recuperar la estabilidad física y química de los documentos que integran fondos del siglo XIX y XX.
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Añadió que, en la primera temporada, se intervinieron 3 mil 617 hojas, correspondientes a 416 expedientes y 68 libros; mientras que, en la segunda fase, se atendieron 1,090 hojas pertenecientes a 57 expedientes, en los cuales se efectuó un diagnóstico que identificó como principales deterioros el ataque fúngico activo, la acidez y fragilidad del papel, roturas, faltantes y deformaciones, manchas marrones insolubles, desajuste de encuadernaciones y presencia de insectos xilófagos.
Por su parte, Montserrat Durán Rojas, restauradora participante en proyectos de conservación de escultura policromada, pintura mural y acervos documentales, señaló que entre los procesos de intervención realizados destacaron el registro fotográfico, limpieza superficial en seco, pruebas de solubilidad, desinfección de documentos, limpieza mecánica, en algunos casos, lavado por inmersión, perfilado de documentos, así como la eliminación de grapas y otros añadidos.
Finalmente, precisó que en las labores de conservación no debe alterarse el bien a intervenir, y enfatizó que la inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta útil para visualizar cómo pudo haber sido creado un documento o cómo podría presentarse en el futuro.