El fallo, emitido a finales de septiembre y dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum y a Alicia Bárcena, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), concluye que la construcción del tren violó derechos fundamentales de la naturaleza y de los pueblos mayas peninsulares.
“El Tribunal responsabiliza al Estado Mexicano por la violación de estos derechos fundamentales de la Naturaleza y de los Pueblos Mayas peninsulares”, señala el documento.

Daños ambientales irreversibles documentados
Durante una inspección realizada en 2025 a los tramos 5, 6 y 7 del Tren Maya, integrantes del Tribunal constataron impactos ambientales a gran escala, muchos de ellos irreversibles. De acuerdo con el informe, los daños fueron advertidos desde 2023 por organizaciones comunitarias e investigadores.

Entre las afectaciones más graves destacan:
Deforestación masiva y pérdida de conectividad ecológica.
- Destrucción de hábitats naturales de especies endémicas.
- Alteración de los flujos hidrológicos, provocando inundaciones en zonas urbanas y agrícolas de Othón P. Blanco y Bacalar.
- Daños a manglares y ecosistemas subterráneos, particularmente en el tramo 5, donde la maquinaria pesada perforó el terreno y se colocaron cientos de pilotes de hasta 40 metros de profundidad.
El Tribunal calificó estas acciones como una “violación directa a los derechos de la naturaleza”, subrayando que las consecuencias ecológicas “eran previsibles y, aun así, se ignoraron”.
Violaciones a derechos humanos y expansión militar

El dictamen también denuncia un “clima de suspensión de derechos y violencia institucional” en torno al proyecto. Según el organismo, la ejecución del Tren Maya se ha sustentado en vacíos legales, represión a comunidades mayas y militarización de la región.
Asimismo, advierte que la expansión del turismo masivo y los proyectos de carga comercial ligados al tren profundizarán el deterioro ambiental y social en la península de Yucatán.
“El proyecto se impone mediante mecanismos de privación de derechos y la ocupación territorial por parte de las Fuerzas Armadas”, detalla la sentencia presentada durante la Semana del Clima en Nueva York.
La resolución del Tribunal Internacional no tiene carácter vinculante, pero representa una condena simbólica internacional al modelo de desarrollo que representa el Tren Maya, considerado uno de los proyectos más controvertidos del actual gobierno mexicano.