1.- UG: capacidad para ‘crear’ conflictos

 

En una operación que obligó a que la rectora general de la Universidad de Guanajuato (UG), Claudia Susana Gómez López, dejara la displicencia para presentarse ante los siete estudiantes indiciados por la Fiscalía General del Estado (FGE) por cometer presuntos daños al patrimonio histórico de la casa de estudios, se logró un acuerdo que no hace más que confirmar lo innecesario de este dislate.

“Lo anterior reafirma el compromiso y capacidad institucional de resolver nuestros conflictos a través de las vías pacíficas, la autonomía y nuestra normatividad universitaria”, indicó la UG al cierre de su comunicado en un alarde de comedia involuntaria, pues se trata de un conflicto reavivado e iniciado desde la cabeza de la propia institución.

Todo aparentemente se resolvió en la reunión que concedió el subsecretario de educación superior de la SEP, Luciano Concheiro Bórquez, un ingrediente que terminó por movilizar a la rectora luego de que fuera confrontada en la propia UG durante una ponencia. Los estudiantes criminalizados la retaron y ella atendió el llamado.

A juzgar por los acuerdos firmados, eso sí, en una minuta, se confirma el despropósito de una denuncia por daños al patrimonio, que terminó abierta de oficio por la Fiscalía Especializada en delitos de Alto Impacto. De entrada, se comprometieron a desistir de la acción penal que sin duda pretendía criminalizar la protesta y propiciaba una persecución.

Muestra de lo anterior se refleja en el propio expediente que finalmente la FGE entregó a los asesores legales de los siete jóvenes. En este se indicó que la imputación concreta contra los estudiantes se dio en su calidad de líderes del movimiento estudiantil que implicó la movilización de al menos 22 estudiantes, es decir, la acusación contiene una valoración política y no de investigación de los hechos.

Los montos que la FGE contempló en la denuncia, en realidad son cuatro veces mayores a los 200 mil pesos que declaró el área de inmuebles de la UG. Cerca de 750 mil pesos era la cantidad calculada que contemplaba lo que tendría ser considerado un muladar, pues se consignan no sólo daños a obras de arte sino al edificio y hasta a su piso de mármol. Toda una acusación con intenciones inhibitorias.

Por ello, aunque por el momento el asunto puede quedar zanjado, los estudiantes precisaron elementos clave en la relación minada de la rectoría general de la UG con su estudiantado, pueda pesar de que se firmaron compromisos y acuerdos desde el 3 de octubre de 2023, tres días después se inició la carpeta de investigación en su contra. “Han dado ejemplos suficientes para desconfiar”, advierten con razón.

“Este espacio de diálogo solo se pudo consolidar gracias a la presión mediática ejercida por la sociedad civil, comunidad estudiantil y los organismos defensores de derechos humanos. Es por ello que les agradecemos por su apoyo, sin embargo, la lucha no termina aquí”, puntualizan los estudiantes, hoy, más fortalecidos que hace cinco meses.

2.- “Betty” y “Marisa”, un inusitado intercambio

Entre la turbulencia de los momentos políticos que se viven, el sexenio que está por terminar también está dejando historias atípicas sobre los acomodados de cuadros y liderazgos políticos. Una reasignación de espacios que no se limitó al cambio de banderas, también al de residencias.

Con un paralelismo notable, la exdirigente del Partido Verde, Beatriz Manrique Guevara, y la exdiputada federal del PAN, María Isabel Ortiz Mantilla, siguieron destinos similares en una especie de enroque circunstancial. En 2028 la primera migró de Guanajuato como secretaria de medio ambiente de Puebla, y la segunda hizo lo propio de Puebla a Guanajuato.

Cada una logró resultados discretos pero aceptables en sus respectivos encargos, lo curioso es que ambas se fueron involucrando con mucha facilidad en el entorno político de sus nuevos estados. Mientras Manrique terminó por posicionarse ante la cúpula del PVEM, Ortiz se integró a las filas del comité municipal del PAN en León.

El dirigente del Partido Verde en Puebla, Jaime Natale Uranga, informó que Manrique Guevara encabeza la lista plurinominal de su partido para el Congreso de Puebla. “Se le hizo la invitación por su trayectoria, yo sé que es en el partido un reconocimiento por el gran trabajo que ha hecho en el estado”.

Por su parte, el Comité Ejecutivo Nacional del PAN ratificó la designación de María Isabel Ortiz Mantilla como candidata a la diputación local del distrito VI, un distrito muy particular al abarcar colonias de fuerte arraigo leonés como el Coecillo y San Miguel.

Así que, en momentos de definición de cara a las elecciones, las dos políticas “guanapoblanas” lograron ser favorecidas con designaciones a candidaturas a los congresos locales de sus nuevas entidades.

3.- Dolores Hidalgo: aceptación vs popularidad

 
 

Dolores Hidalgo es uno de esos municipios con un comportamiento electoral atípico. Las mediciones de TAG Research que Correo difunde hoy, muestran una aceptación directa respecto al gobierno de Adrián Hernández Alejandri, que en la búsqueda de la reelección incluso puede incrementar la votación dura del PAN, mientras que Julio González Landeros parece restarle en la votación a Morena.

Se trata del típico caso en el que la postulación del personaje puede potenciar la intención de voto por partido, o por el contrario, dilapidarla al grado de reducir esa intención. En el caso de los dos principales candidatos a la alcaldía se da uno y otro caso.

Como lo concluye TAG, Dolores Hidalgo es un municipio donde los partidos políticos mantienen un bajo nivel de voto duro. De hecho, en esa medición Morena y el PAN tienen alrededor de un 10 por ciento fijo, por lo que la medición evidencia que el alto nivel de electores “switchers” se inclinan por ratificar a Hernández Alejandri.

Por ello el caso de Julio González es de llamar la atención. Tiene un conocimiento del 58 por ciento de los encuestados, cuenta con una base dura de votantes morenistas que rivaliza con la del PAN, e incluso en su plaza se le otorga una calificación de 8.14 al trabajo realizado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pero él en lo particular no contribuye con mayor aceptación.

De manera que la encuesta presencial realizada por TAG en Dolores Hidalgo, evidencia la breva entre la popularidad y la aceptación, justo dos factores que tanto el alcalde como el candidato de oposición argumentaron a su favor para competir en las elecciones, sólo que sus realidades son diametralmente opuestas.

CONTRA RETRATO

 

Vanessa Montes de Oca

Nadie le puede negar que su aspiración para ser candidata de Morena a la alcaldía de León tiene más de un año. De hecho, fue una de las principales cartas de Ricardo Sheffield Padilla para ser impulsada, sin embargo, altibajos en el proceso la supusieron lejos de la designación oficial. Fue entonces que el descarte de Bárbara Botello Santibañez terminó por beneficiarle.

Vanessa Montes de Oca será finalmente la candidata de Morena en León, tras un verdadero drama en el que su figura recae como la única salida para competir en la ciudad que aporta hasta el 25 por ciento de los votos a nivel estatal y por lo tanto es definitiva tanto en la elección por la gubernatura como de la presidencia.

Beneficio directo o rifa del tigre, Vanessa tendrá que nada contra la corriente y buscar su posicionamiento lo antes posible, luego de que dejara sus redes como palestra para exhibir su actividad en Morena dentro del grupo de Sheffield Padilla e incluso de la candidata a la gubernatura, Alma Alcaraz Hernández.

Vanessa Montes de Oca Mayagoitia es contadora pública y abogada. Buena parte de su actividad política se detonó a partir de que fuera incluida como regidora en la planilla de Celemente Villapando, que fuera candidato del PRI a la alcaldía de León en 2021 sin mayores resultados. Se caracterizó por ser una edil combativa y cuestionadora, pero el tricolor de poco le ayudó para que su agenda permeara.

Todavía no terminaba su gestión como regidora y ya había renunciado al PRI, su destino estaría en Morena a invitación del entonces Procurador Federal del Consumidor, Ricardo Sheffield Padilla, quien incluso le dio cobijo como directora de la Oficina Regional de Atención al Consumidor, cargo en el que duró unos meses. Ahora, Vanessa se sacó la rifa del tigre.