Valle de Santiago, Gto.- Personal de la dirección de Medio Ambiente, en respuesta a denuncias ciudadanas, relacionadas con la extracción de material pétreo de zona considerada, Área Natural Protegida, llevó a cabo la inspecciones y clausura de dos sitios y/o bancos de material en las comunidades de Santa Rosa y Hoya de Estrada.
Juan Carlos Morales, director de Medio Ambiente, destacó que, por información de los denunciantes y vecinos de la zona, ambos sitios estaban trabajando desde el año 2014, sin los permisos correspondientes, lo que quiere decir que trabajaban son la regularización de las autoridades municipales de trienios pasados.
“Esta situación en consecuencia ha provocado un grave deterioro ambiental”
“Esta situación en consecuencia ha provocado un grave deterioro ambiental. Por ejemplo, en el caso particular de Hoya de Estrada, ubicada dentro del Área Natural Protegida “Siete Luminarias”, el daño ha sido significativo, afectando la flora, fauna y la estructura volcánica de la zona”.
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Añadió que, entre los principales impactos detectados se encuentran la contaminación del aire y del agua, pérdida de biodiversidad, alteración del paisaje y del suelo, además de cambios en el régimen hidrológico y degradación de los cráteres naturales, consecuencias derivadas de la permisividad de gobiernos municipales anteriores.
Subrayó que, durante las inspecciones al llegar a los sitios denunciados, por la ciudadanía, al solicitar a las personas presentes en dichos bancos de material pétreo, la documentación correspondiente, se detectó que carecen de permisos de impacto ambiental, requisito indispensable para su operación, por lo que se procedió a la clausura inmediata de los mismos.
“El Gobierno Municipal mantiene firme su compromiso con la protección del Medio Ambiente, trabajando en coordinación con SEMARNAT y PAOT para garantizar el cumplimiento de la ley y la conservación de los recursos naturales”.
Finalmente, recordó que, a la fecha, se han clausurado cinco bancos de material pétreo en el municipio, tres de ellos en el cerro de La Batea, por no contar con los permisos correspondientes, reafirmando así la política de cero tolerancia ante actividades que atenten contra el patrimonio natural de Valle de Santiago.