Trump acudió al encuentro por invitación del empresario Josh Harris, propietario de los Commanders, para participar en una ceremonia militar de medio tiempo como parte del programa
“Salute to Service” de la liga, que reconoce a miembros de las fuerzas armadas. Su presencia marcó un hecho histórico, pues ningún presidente en funciones había asistido a un juego de temporada regular de la NFL en casi 50 años.
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Rechazo del público en varias ocasiones
El ambiente en el estadio se tornó tenso desde el inicio del evento. Minutos antes del partido, el Air Force One —con Trump a bordo— realizó un sobrevuelo a baja altura sobre el recinto, lo que provocó el primer abucheo por parte de los aficionados.
Durante el primer cuarto, cuando las cámaras del estadio mostraron al mandatario en las pantallas gigantes, se escuchó un segundo abucheo masivo que se extendió por varios segundos, pese a que un pequeño grupo de simpatizantes aplaudió su presencia.
Trump apareció acompañado del presidente del Congreso, Mike Johnson, y otros funcionarios, lo que no evitó que el público expresara su descontento.
Abucheos durante la ceremonia de medio tiempo
El momento más tenso se vivió durante el medio tiempo, cuando Trump participó en la ceremonia militar recitando un juramento dirigido a los integrantes de las fuerzas armadas. Sin embargo, los abucheos fueron tan fuertes que llegaron a opacar su voz a través del sonido local del estadio.
La escena fue transmitida en vivo por la cadena Fox Sports, y rápidamente se volvió viral en redes sociales, donde circularon múltiples videos del incidente.
Incluso, cuentas oficiales como la del gobernador de California, Gavin Newsom, compartieron clips del momento con mensajes de burla hacia el mandatario.
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Reacciones divididas en redes sociales
En plataformas como X (antes Twitter), el episodio generó miles de comentarios. Mientras algunos usuarios calificaron los abucheos como una muestra de rechazo político, otros defendieron a Trump y destacaron su participación en una ceremonia patriótica.
El evento se suma a otros momentos recientes en los que el presidente ha enfrentado reacciones polarizadas durante actos públicos, reflejo de la división política en Estados Unidos a poco menos de un año de las elecciones presidenciales.