A través de un mensaje difundido en redes sociales, Castro afirmó que, con base en información de inteligencia verificada, Hernández estaría planeando ingresar al país para proclamar un ganador de las recientes elecciones presidenciales, cuyos resultados oficiales aún no se han definido.
“Juan Orlando Hernández, perdonado en Estados Unidos, planifica su ingreso al país mientras se desarrolla una agresión orientada a romper el orden constitucional y democrático mediante un golpe contra mi gobierno”, señaló la mandataria.

Ante lo que calificó como una amenaza grave para la democracia, Castro convocó a la ciudadanía, movimientos sociales y organizaciones de base a movilizarse de manera pacífica en Tegucigalpa para defender el mandato popular y rechazar cualquier intento golpista.
Hernández niega acusaciones y habla de riesgo a su vida
Horas más tarde, Juan Orlando Hernández respondió a las declaraciones de la presidenta y negó categóricamente cualquier intento de desestabilización.

“FALSO. No existe ningún plan para mi ingreso al país ni para quebrantar el orden constitucional. Esta narrativa busca sembrar pánico y generar caos”, escribió el exmandatario, quien acusó al partido oficialista LIBRE de utilizar una estrategia política desgastada.
Hernández reiteró que no tiene intención de regresar a Honduras en este momento, argumentando que no existen garantías de seguridad para él ni para su familia. Además, aseguró contar con información sobre presuntos planes para atentar contra su vida.
Antecedentes judiciales y nueva orden de captura
El expresidente hondureño fue extraditado a Estados Unidos en 2022 y en marzo de 2024 fue sentenciado a 45 años de prisión por delitos relacionados con narcotráfico y armas, además de una multa millonaria. No obstante, fue liberado hace unas semanas tras recibir un indulto del presidente Donald Trump, quien argumentó que Hernández había sido tratado de forma “injusta”.
Tras su liberación, la Fiscalía de Honduras informó que enfrenta una orden de captura internacional por cargos de lavado de activos y fraude, relacionados con el llamado Caso Pandora, una red de corrupción que desvió recursos públicos a campañas políticas entre 2010 y 2013.
Denuncias de injerencia extranjera y crisis electoral

El Gobierno hondureño también denunció recientemente la injerencia del presidente Donald Trump en el proceso electoral de noviembre pasado, señalando presiones políticas y amenazas de retirar apoyo económico si no ganaba el candidato de ultraderecha, Nasry Asfura.
El Consejo Nacional Electoral reinició el conteo de votos tras varios días de suspensión por fallas técnicas. La Misión de Observación de la OEA reconoció demoras y deficiencias en el proceso, aunque descartó indicios de fraude deliberado.
México fija postura contra el injerencismo
Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que México sigue de cerca la situación a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y reiteró su rechazo a cualquier forma de intervención externa.
“Siempre vamos a estar a favor de la democracia y en contra del injerencismo. Estamos atentos a las denuncias de la presidenta de Honduras”, afirmó.
La tensión política en Honduras continúa en aumento mientras se esperan definiciones oficiales sobre los resultados electorales y las investigaciones en curso.
