El usuario @Andolleno fue quien encendió la conversación digital al compartir que este 8 de julio, de 10:00 a 16:00 horas, Little Caesars regalará una pizza de queso por $10 al comprar una pizza grande de pepperoni —que ronda los $99— en sucursales participantes de Nuevo León, Coahuila y Gómez Palacio.
La mecánica es simple, pero efectiva: pagar el precio regular por una pizza de pepperoni y obtener otra de queso casi gratis. Una estrategia de consumo cruzado que no solo eleva el ticket promedio, sino que también incrementa la afluencia en un horario clave para la categoría: justo en la hora de comida y parte de la tarde.
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¿Por qué habrá pizzas en 10 pesos?
Lejos de ser una simple estrategia comercial, la promoción se inscribe dentro de una tendencia más amplia: el uso inteligente de ofertas para modificar el comportamiento del consumidor. De acuerdo con un estudio de la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO), 8 de cada 10 consumidores mexicanos reconocen que una promoción relevante influye en su decisión de compra. Las cifras del INEGI refuerzan esta realidad, revelando que más del 65% de los consumidores en México buscan activamente promociones antes de adquirir un producto.
El caso de Little Caesars no es aislado. Según la consultora Kantar, el 78% de los hogares mexicanos han cambiado de marca debido a una promoción atractiva. Esto confirma que, cuando se diseñan con precisión, las ofertas pueden convertirse en verdaderos catalizadores de cambio en los hábitos de compra.
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De la tienda física al TikTok
La promoción también destaca por su alcance digital. El hashtag #Pizza10Pesos ya ha acumulado decenas de publicaciones en TikTok, particularmente en Monterrey, donde los consumidores celebran la oferta con frases como “¡No lo vas a creer… pizzas están en diez pesos!”. La viralización no fue impulsada por la marca directamente, sino por los propios consumidores, quienes se convirtieron en los principales voceros de la campaña.
Este modelo de difusión confirma que, en un entorno dominado por las redes sociales, las marcas que entienden el poder de la comunidad digital pueden amplificar sus esfuerzos de marketing sin invertir grandes sumas en publicidad tradicional.