Ciudad de México, México.- El 3 de julio de 2025, una aeronave fue detectada a 200 kilómetros al sur de San Salvador, El Salvador, en el marco de labores de vigilancia del espacio aéreo mexicano. Esta aeronave, de origen desconocido en ese momento, transportaba 427.65 kilogramos de cocaína, con un valor aproximado de 96 millones de pesos.
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La intervención de las autoridades mexicanas
A partir de la detección de la aeronave, el Centro Nacional de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo (CENAVI) ordenó el despegue de aeronaves mexicanas para interceptar la traza clandestina. La avioneta aterrizó en una pista clandestina en Tecomán, Colima, donde fuerzas de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) aplicaron el protocolo para la revisión de aeronaves. Tres personas fueron detenidas, todas de nacionalidad mexicana.
La versión de El Salvador y la discrepancia con México
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, desmintió la versión mexicana, afirmando que el vuelo nunca ingresó a territorio salvadoreño. Según Bukele, los radares de su país no registraron ningún contacto aéreo dentro de su espacio aéreo, y la traza aérea fue confirmada por el informe de la Fuerza Aérea de EE. UU. (JIATFS Key West), que indicaba que la aeronave voló sobre el Pacífico sin tocar el espacio aéreo de El Salvador.
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Las declaraciones de García Harfuch
El Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Omar García Harfuch, confirmó que la aeronave aterrizó en territorio mexicano y destacó que las tres personas detenidas están siendo procesadas por las autoridades correspondientes. Aseguró que las acciones demostraban el compromiso de México en la lucha contra la delincuencia organizada, reiterando el respeto y aprecio del país hacia el pueblo salvadoreño.
Impacto y contexto de la operación
El aseguramiento de la droga y la detención de los sospechosos es parte de las constantes acciones del Gobierno mexicano para frenar el narcotráfico y la violencia relacionada. El costo de la droga incautada (96 millones de pesos) subraya la magnitud del problema del tráfico de estupefacientes en la región, que involucra a múltiples países de Centroamérica y América del Norte.